Los negocios sin lugar a dudas han sido un área de atracción para muchas personas a través de los años. Se ha ido profesionalizando al punto de ser considerada una de las áreas de estudio de mayor repunte en los últimos años. Y es que desde épocas remotas el hombre aprendió a satisfacer sus necesidades básicas y hasta obtener ciertos lujos, utilizando formas muy rudimentarias de intercambio. Así apareció el trueque y fue evolucionando a la par que lo hacían las relaciones interpersonales, lo cual obligaba a la búsqueda de formas más sofisticadas y probadas de hacer negocios con éxito.
Cada siglo trajo sus propias formas de comercializar y el siglo XXI no fue la excepción, solo que tuvo una “singular” mutación: una pandemia que puso de cabeza al mundo y a todo lo que habita en él.
De ahí que cada día con mayor ahínco las empresas busquen adaptarse a los nuevos mercados y condiciones del entorno pospandemia, lo cual no es nada sencillo porque no hemos desarrollado la flexibilidad mental necesaria que nos permita reprogramarnos y resetearnos cada vez que un cambio profundo llega a nuestro entorno.
Aquí te muestro las principales tendencias mundiales en los negocios internacionales, que de dominarlas te garantizarán poder navegar triunfante en cualquier océano global sin temor a sucumbir:
- Neurociencias: Los nuevos descubrimientos y avances científicos, han permitido conocer más del cerebro y de los incentivos que le permiten actuar de una u otra forma. Sin lugar a dudas la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro de crear nuevas conexiones nerviosas que le permitan aprender, reaprender y desaprender, es una condición básica para la readaptación a entornos cambiantes y desafiantes.
- Inteligencia emocional: Desde 1995 Daniel Goleman ha venido insistiendo en sus obras acerca de la importancia de la I.E. en los procesos de vida de los seres humanos. No obstante la pandemia nos demostró los altos niveles de analfabetismo emocional que como sociedades “desarrolladas” tenemos. El trabajo en nuestro crecimiento personal y el mejoramiento de nuestras relaciones con los demás, se vuelve la historia de vida, éxito y transformación positiva de personas y organizaciones.
- Mindfulness: La atención plena, la atención consciente en una cosa a la vez, aumenta nuestro nivel de eficiencia y bienestar, nos permite salir del estado de inconsciencia o piloto automático que pone a nuestra mente en el estado “Monkey Mind” y que nos impide ser y actuar con precisión. Hoy más que nunca estar atentos, conscientes y despiertos de conciencia son claves esenciales para poder desarrollar fortalezas de carácter asociadas con la perspectiva o visión de futuro.
- Nuevas maneras de negociación: Antiguamente la “buena” negociación era siempre vista como una relación en que una de las partes ganaba o vencía a la otra. Hoy en día ese tipo de negociaciones se considera fallida y el éxito de proceso estriba en que ambas partes ganen, de manera armónica y equilibrada.
- Surfear en la incertidumbre: Como nunca antes aprender a surfear en medio de mares turbulentos es una necesidad imperiosa. Los tiempos de crisis e incertidumbre llegaron para quedarse, el cambio llegó para demostrarnos que cambiar es la única manera de convertirnos en camaleones y no en dinosaurios, incapaces de adaptarnos a los nuevos entornos. Hoy más que nunca el principio budista de la impermanencia se vuelve la punta de lanza para el éxito en la vida y en los negocios.
- Liderazgo positivo: No se trata de la misma percepción del liderazgo tradicional. Esta vez, en aras de adaptarse a los tiempos y experiencias humanas imperantes, el liderazgo deberá asumir una base más apegada a lo relacional desde donde se puedan aprovechar los esquemas energéticos del hombre a favor de la organización. Lo anterior implica cambios profundos en el comportamiento y forma de pensar de los directivos, donde mantengan un alto nivel de exigencia a la par de un alto nivel de empatía.
- Creatividad y disrupción: La creatividad siempre se ha asumido como un “talento” de pocos, tal como un tesoro exclusivo para ciertas especialidades como diseño gráfico, diseño de interiores, artes, etc. Todo ello ha sido un mito. En un mundo como el que se apertura lo “raro”, “diferente”, “diverso”, “anormal” o “fuera de lo común” son la panacea del éxito organizacional, pues se vuelven las estrategias más eficaces para emprender rutas diferentes y osadas que nos permitan aumentar la brecha y la ventaja competitiva de manera sostenible.
- Mentalidad de crecimiento: Muchos de nosotros crecimos apegados a ciertas capacidades innatas y genéticas, las cuales definían y ponían un cerco al crecimiento personal. Hoy la investigación científica dice lo contrario. Tomando como principio la neuroplasticidad del cerebro, debemos enfocarnos en desarrollar áreas, actividades y experiencias de las cuales
- GRIT: Los nuevos avances neurocientíficos han puesto en claro que la clave del éxito no es ni el talento, ni mucho menos la suerte. Tal como decía Voltaire: “Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan”. La Psicología positiva hoy arroja evidencia de que la clave del éxito es una mezcla de pasión, perseverancia y coraje: GRIT.
- Salud organizacional: Una organización saludable es aquella que ha entendido que el éxito y la trascendencia de sus propósitos se alinea al concepto de ultraproductividad, mismo que implica que para que una organización funcione de manera extraordinaria, deberá velar y afianzar la armonía en los ámbitos físico, emocional, cognitivo y espiritual de todos y cada uno de sus colaboradores.
Desarrollar estas y otras habilidades, competencias y destrezas es parte de lo que hoy se enseña en la escuela de empresariales de la Universidad Panamericana, garantizando que nuestros egresados no solo dominen nuevas técnicas y recursos, sino que a la vez se conviertan en profesionales más conscientes de que el camino y la ruta del éxito empresarial está en empoderar al capital humano de la organización.
Escrito por:
DRA. YORDANKA MASÓ DOMINICO