Ingresar a una Universidad para estudiar una carrera, además de ser un suceso emocionante, implica un importante reto, ya que, a lo largo de la duración de dicho Programa, se deberá lograr cubrir un perfil de egreso que habilite a la persona para desempeñar una serie de funciones profesionales importantes para la sociedad.
Para lograr que este periodo formativo sea fructífero, es importante que el estudiante sea el principal protagonista de su aprendizaje. Esto implica desarrollar una habilidad de gran trascendencia, denominada “autorregulación del aprendizaje”, que como su nombre la indica, permite a quien la posee ser “el propio piloto de la nave que conduce al aprendizaje”.
Desde una perspectiva psicopedagógica, la autorregulación del aprendizaje es el grado en el que un estudiante tiene un papel activo y creativo en su proceso de aprendizaje. Por activo, nos referimos a que no se limita a recibir información, sino que busca medios para construir saberes, desarrollar habilidades y asumir actitudes; y por creativo, hacemos alusión a que diseña e implementa estrategias personales que favorecen dicho proceso de construcción.
¿Te gustaría saber si eres un estudiante autorregulado? Revisa la siguiente lista de características. A más rasgos presentes, mayor es tu nivel de autorregulación.
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- Te motiva aprender, ya que encuentras que los aprendizajes te enriquecen como persona. Por tanto, tu principal motivación no depende de tus padres o profesores, sino que proviene de ti mismo.
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- Te sientes capaz de aprender, independientemente de los obstáculos que se puedan presentar durante el proceso. Aunque reconoces que algunos temas o materias se te facilitan más que otros, confías en que puedas lograr los aprendizajes que quieras.
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- Sabes organizar tus tiempos, de modo que cumples sin problema tus tareas, trabajos, proyectos, horas de estudio y demás actividades académicas demandadas por las materias que cursas.
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- Ante las actividades, tareas o proyectos que se te asignan, haces una planeación sobre las acciones que realizarás, los recursos que necesitarás, así como los tiempos que dedicarás para el respectivo trabajo, a fin de no improvisar tanto al poner manos a la obra.
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- Sueles evaluar tus propios trabajos, tareas y proyectos, identificando cuáles son las fortalezas y las áreas de mejora. Buscas utilizar esa información para mejorarlos, antes de hacer la entrega final.
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- Reconoces los factores de distracción más comunes en tus clases presenciales y en aquellas que son en línea. Buscas evitarlos, a fin de favorecer tu concentración eficaz.
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- Sueles mantenerte con un nivel muy bajo o nulo de estrés académico, independientemente de la cantidad de trabajos o la dificultad que algún tema o materia pueda tener.
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- Se te facilita trabajar colaborativamente, contribuyendo con tus talentos al equipo y promoviendo un trabajo organizado que lleve al cumplimiento de los objetivos.
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- Reflexionas constantemente sobre tus aprendizajes, identificando cuando éstos se han logrado, pero también cuando ocurre lo contrario. Cuando detectas que no están logrando, implementas distintos mecanismos de solución, como pedir ayudar a los profesores o compañeros, investigar por tu propia cuenta, ver tutoriales o videos explicativos en alguna red social, entre otros.
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- Cuando tienes errores o fallas en tus procesos o resultados de aprendizaje, realizas reflexiones que te permiten identificar sus causas e idear mecanismos para prevenirlos en ocasiones futuras.
Si la mayoría o todas de estas características te describen, muchas felicidades, ya que evidencian que eres un estudiante autorregulado. Si son pocas o ninguna, no te preocupes, ya que nunca es tarde para mejorar. El hecho de tener conciencia sobre esta realidad, acompañado de una convicción por mejorar que se traduzca a hechos, hará que logres ir avanzando en el desarrollo de esta habilidad, misma que te ayudará a tener un rendimiento académico óptimo. Asimismo, si lo consideras conveniente, puedes pedir apoyo a algún psicopedagogo para delimitar estrategias personalizadas para desarrollar la autorregulación del aprendizaje.
Dr. Javier Fernández de Castro de León
Secretario de investigación
Escuela de Pedagogía