La innovación sigue tomando fuerza destacando su necesidad para que las organizaciones permanezcan y crezcan en este entorno empresarial tan volátil. Es por esto que, estudiar e implementar estrategias de negocio encaminadas a la gestión y desarrollo de la innovación siempre será una prioridad.
La doctora en Ciencias Administrativas, Aura Andrea Díaz Duarte, quien también es profesora y jefa de la Academia en Negocios, Derecho, Informática y Soft Skills de la Escuela de Empresariales nos comparte su artículo: "Estrategias de negocio para incentivar la innovación y el desempeño organizacional" donde nos hablará sobre las tres estrategias clave en el desarrollo de la innovación: cultura de intraemprendimiento, redes de colaboración y, tecnologías de la información y la comunicación.
Estrategias de negocio para incentivar la innovación y el desempeño organizacional
La cultura de intraemprendimiento se puede definir como aquel espíritu que abarca actos de innovación, renovación o creación organizacional que ocurren dentro o fuera de una organización existente, es decir, la actividad empresarial puede ocurrir de forma independiente por un individuo o grupo de individuos a través de los recursos de la organización.
Para poder generar esta cultura de intraemprendimiento en nuestros negocios y que a su vez fomente un crecimiento en las actividades de innovación, es necesario desarrollar lo siguiente:
- I) Propiciar la autonomía de los colaboradores en niveles de decisión y gestión de nuevos proyectos,
- II) Mantener umbrales organizacionales óptimos de tolerancia al riesgo y a los errores en la operación,
- III) Desarrollar un plan de compensación e incentivos para los colaboradores,
- IV) Fomentar el trabajo en equipo y la interdisciplinariedad de los proyectos internos y,
- V) Constancia en el apoyo gerencial hacia todas las áreas funcionales del negocio manteniendo flexibilidad en la gestión y en la estructura corporativa.
Incentivar la cultura de intraemprendimiento permitirá que todos los colaboradores reconozcan y exploten oportunidades siendo innovadores, proactivos y asumiendo riesgos, para que la organización pueda crear nuevos productos, procesos y servicios, iniciar la autorrenovación o emprender nuevos negocios para mejorar la competitividad y el desempeño de la organización.
Por su parte, la estrategia de redes de colaboración gerenciales es producto de las organizaciones que conviven en una economía que conduce a escenarios colaborativos más conectados y cada vez más atizantes.
Las redes de colaboración son conceptualizadas como un fenómeno universal, en el sentido de que los altos directivos siempre dedican un tiempo y esfuerzo considerables para construir relaciones interpersonales y vínculos estratégicos. Para enfocar esta estrategia en la generación de actividades de innovación organizacional se puede trabajar en tres escenarios clave:
- 1) las redes políticas que corresponden a las relaciones establecidas con funcionarios gubernamentales, agencias estatales y locales, profesores y centros de investigación,
- 2) redes financieras que enfatizan las relaciones con agencias bancarias, funcionarios de financiación privada, inversores, socios potenciales, accionistas, entre otros y,
- 3) las redes empresariales que corresponden a las relaciones que, debido a la dinámica de la organización, se establecen con clientes, proveedores y competidores, facilitando la captación de recursos, siendo un elemento esencial para el desarrollo de ventajas competitivas.
Por lo tanto, trabajar estas redes de colaboración es mantener actividades compartidas y de control entre los actores de negocio involucrados y que terminan conduciéndose a través de procesos, decisiones y eventos de cooperación, siempre enfocados en el ganar-ganar.
Finalmente, aplicar estrategias en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) encaminadas hacia la innovación organizacional, es clave en el desarrollo y optimización del desempeño empresarial, dado que las TIC son una herramienta que se implementa en las organizaciones para transmitir información y mejorar la comunicación que permita a las organizaciones competir en el contexto del entorno de la información y la comunicación.
Es importante destacar que, la adopción de las TIC está impulsada por tres determinantes que constituyen el entorno dinámico: la presión del mercado, la intensidad de la competencia y la complejidad del entorno industrial. Teniendo esto en cuenta, se deben de manejar tres tipos de capacidades dinámicas en las empresas para facilitar la adopción de las TIC:
- La innovación organizacional
- El intercambio de conocimientos
- El aprendizaje organizacional
Obteniendo como resultado de dichos esfuerzos una mejora en la capacidad de resolución de problemas empresariales y en el fortalecimiento de la flexibilidad del negocio.
El análisis, investigación y aplicación de las tres estrategias mencionadas anteriormente, permitirán encausar los esfuerzos de las empresas hacia un crecimiento o mejora de los niveles de innovación ya sea en productos, en procesos o incluso en los sistemas de gestión, tratando siempre de que la toma de decisiones organizacionales aporte al cumplimiento de las metas, permitiendo así robustecer la posibilidad de permanencia y crecimiento de las empresas.