Con iniciativa de los profesores de la Facultad de Derecho, las estudiantes Kaisa Yamile Aguilar Orozco, Erika Monserrat Sevilla Vite y Ana Paula Godoy Rodríguez comenzaron el proyecto de Despacho Jurídico UP, mismo que atiende a los miembros de Comunidad Bonaterra en el oriente de la ciudad para apoyarlos en situaciones que necesiten apoyo jurídico.
Esta iniciativa está dedicada a prestar servicios legales a la comunidad en las áreas de derecho civil, laboral y familiar, donde la función principal es escuchar y tomar los casos de las personas que consultan este espacio, de manera que recolectan información y hechos relevantes para entender a fondo cada situación.
Una vez que se tienen todos los detalles del caso, el Despacho Jurídico UP entra en contacto con abogados e instituciones con los que nuestra Panamericana tiene convenios y puedan proporcionar asesoría legal de manera pro bono.
"Nos encargamos de asegurar que cada caso reciba la atención necesaria y que se le dé continuidad, supervisando el proceso y la calidad del apoyo legal ofrecido. Somos como una primera línea de defensa, identificamos qué es lo que la persona necesita para encaminarla con los expertos", comentan.
Actividades dentro del despacho jurídico
A partir de marzo de este año, las alumnas comenzaron actividades dentro del Despacho Jurídico UP, donde hasta el momento han realizado mucha planeación, sin embargo, sus labores se enfocan tanto en la concientización de diversos temas como la atención personal a los casos que lleguen al gabinete.
"Tenemos planeado darnos a conocer y ganar confianza de la comunidad a través de pláticas cortas sobre temas jurídicos, como derechos laborales o información sobre documentos personales que se deben tener", informan.
Además, se encargan de organizar talleres informativos que abordan temas de gran relevancia para la comunidad, como los derechos laborales, cuestiones sobre pensiones y los derechos de los niños. Estos talleres están diseñados para empoderar a los miembros de la comunidad con el conocimiento necesario para defender sus derechos y mejorar su calidad de vida.
En cuanto al seguimiento de los casos, sus labores consisten en tomar datos de las personas y recabar todo lo que se pueda sobre los hechos que dan origen a su visita. Después de esto, lo someten a consideración con sus profesores y canalizan a la persona con el profesional.
"Participar en el despacho definitivamente me ha dado una vista más amplia del panorama, me he podido desarrollar profesionalmente entender más el entorno que me rodea y con eso saber qué es lo que necesita la sociedad de mí. También creo que es una gran oportunidad de mejorar el tejido social al concientizar sobre temas que todos deberíamos saber, como registros, testamentos, incluso dónde presentar denuncias", expresa Kaisa.
Por su parte, Erika destaca que participar en el gabinete jurídico ha sido fundamental para su desenvolvimiento profesional, pues le ha enseñado la importancia de la escucha activa y la habilidad de identificar rápidamente el área de derecho aplicable a cada caso.
"Trabajar en el gabinete me permite tener un contacto directo y continuo con las necesidades de la sociedad. Esta exposición me ha dado una mejor comprensión de los desafíos reales a los que se enfrentan los individuos y cómo el derecho puede servir para abordar y resolver estos problemas", resalta Erika.
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