Cada vez es más común que las personas busquen trabajar con sus emociones, así como el ver de qué manera un profesional de la salud mental los puede ayudar a relacionarse mejor con lo demás, sanear duelos, cerrar ciclos y hasta cómo ser más asertivo en tu comunicación con tu pareja o con tu jefe de trabajo; pero en verdad pocas veces buscamos el trabajar en lo primordial para poder ser mejores personas, me refiero al conocernos.
El término introspección proviene del latín introspicere (mirar en el interior) y consiste en que la persona se observe y se analice a sí mismo. Muchas veces el ajetreado ritmo de vida que llevamos nos hace que nos preocupamos por tantas cosas del exterior y en gran medida que no depende de nosotros el resultado positivo o negativo, que olvidamos por completo voltear a ver hacia adentro de nosotros, en lo que el cuerpo nos manifiesta desde cosas tan básicas como los signos vitales, hasta cosas como inquietudes o ideas recurrentes que manifiesta nuestra mente en preocupaciones, enojos, frustraciones o a través de los sueños.
Hoy en día diversas disciplinas como la medicina, la psicología, la filosofía, la religión y hasta prácticas de meditación como el yoga, refieren que la introspección es esencial para mantener la armonía entre cuerpo, mente y espíritu; más sin embargo, creemos que se necesita ser una persona que sea experto o mínimo practique con cierto expertise las disciplinas antes mencionadas por lo que en esta ocasión te damos los 7 tips básicos para que cualquier persona empiece a trabajar en introspección.
- Aprende a respirar: Existen diferentes métodos de respiración como puede ser la respiración diafragmática, la armónica o cuadrangular; pero no hay algo tan sencillo como alternar 20 segundos de inhalación de aire, por 10 de exhalación y repetir este ejercicio de 3 a 4 veces al día, por la mañana y antes de dormir.
- Hacer un rato de meditación: Puede ser unos 10 o 15 minutos por la mañana y otros tantos por la tarde-noche. No es necesario que sea una meditación profunda tipo mindfulness, si no simplemente en un lugar en silencio reflexionar sobre nosotros mismos, las situaciones que estamos viviendo o han pasado o están por pasar y las posibles soluciones que tienen.
- Estar por un rato en un lugar de confort: No se refiere a estar en tu zona de confort sin preocupaciones o en un estado de estancamiento; por el contrario todos tenemos un lugar en la casa, el condominio, el club o hasta en la propia empresa o institución donde se labora donde nos sentimos seguros y probablemente ahí podamos relajarnos y tomar un respiro para continuar el ajetreo del día.
- Escuchar algo productivo en los trayectos: Pasamos por lo menos un tercio del día o más en los traslados a la escuela, el colegio u otras actividades todos los días de la semana y los 365 días del año, por lo que es de suma importancia cargarnos de cosas positivas mientras manejamos o acompañamos en el carro a alguién; puede ser un buen podcast, alguna meditación, audiolibro o hasta música para practicar algún idioma que deseamos aprender, todo esto nos hará trabajar mucho los procesos mentales y por ende conocernos más.
- Hablar con nosotros mismos en la habitación: Parte del conocernos es en la privacidad de nuestra habitación o en algún otro lado que estemos prácticamente solos es el hablar en voz alta con nosotros mismo; incluso si te miras en un espejo o en una cámara es mejor, te miras desde afuera y conoces mejor tu voz, ademanes, gesticulaciones y puedes trabajar tus posturas y lenguaje corporal para poder relacionarte mejor con los demás.
- Hacer ejercicio al aire libre: En el parque, en el club, en el área verde de tu fraccionamiento o hasta en el campo, está comprobado por la medicina y la psicología que el hacer ejercicio principalmente cardiovascular (correr, nadar, bicicleta) y sobre todo de manera individual genera una sensación de bienestar y libera endorfinas, que son precursoras de la dopamina y serotonina, sustancias transmisoras del bienestar emocional; esto conlleva a que la persona se sienta realizado consigo mismo y se conozca más.
- Examen mental: Al clímax del día, es decir al final de la larga jornada cuando la persona está por dormir es super importante para la introspección hacer de manera mental, pero pudiera ser además escribir las cosas más significativas de tu día empezando por las cosas que consideras que no hiciste bien (por ejemplo contestar de mala gana a un colega), luego las cosas que hiciste bien (por ejemplo cumplí al 100 la dieta) y por último los buenos propósitos para el día de mañana (por ejemplo ayudar a un compañero de la universidad), esto te hará ser una persona más susceptible a las necesidades de los demás y por lo tanto una mejor persona.
Recuerda que un hábito y por lo tanto una virtud no se hace de la noche a la mañana, el conocernos conlleva tiempo y esfuerzo, pero poco a poco verás y verán los que te rodean tus cambios positivos y todo por el poder de la introspección.
Mtro. Alejandro de los Reyes Moreno
Jefe de carrera de Psicología
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