“En la sencillez de tu labor ordinaria,
en los detalles monótonos de cada día,
has de descubrir el secreto-para tantos escondido-
de la grandeza y de la novedad: el AMOR”
Sn. Josemaría Escrivá de Balaguer
Hablando del amor, valdría la pena preguntarnos:
- ¿Será suficiente festejar “al amor” una vez al año?
- ¿Qué consecuencias tendría en mi vida encontrar y festejar “al amor” todos los
días? - ¿En qué o en quién suelo encontrar al amor?
Cuando escuchamos la palabra “amor” quizá lo primero que venga a nuestra mente sea la figura de un corazón, unos novios tomados de la mano, la letra de una canción romántica o bien la cara de la (s) persona (s) que amo.
Pero, ¿qué hay con el amor que está presente y se demuestra en lo ordinario y la sencillez del día a día? Por ejemplo, el amor de una madre o padre que están en vela cada noche cuidando a su recién nacido, el amor de un doctor que se preocupa y ocupa de la salud de sus pacientes, el amor de un profesor que pone al servicio de sus alumnos todos sus conocimientos y habilidades; es por esto y por muchos ejemplos más que quiero invitarte a que ¡todos los días encuentres y festejes al amor!: Que sepas encontrarlo en tu familia, con tus amigos, en la escuela, en tu trabajo y sobre todo en tu vocación, pues el responder con amor a ese “llamado” a dedicar y entregar tu vida a un determinado fin, te permitirá descubrir, tal y como lo dijo Sn. Josemaría, la grandeza y novedad de la vida.
Por lo tanto, de lo anterior podemos concluir que para ser un buen profesionista no bastará con que seas un experto en el área en relación a conocimientos y habilidades, sino que también será de vital importancia trabajar en las virtudes (justicia, templanza, fortaleza, prudencia, fe, esperanza y caridad), y es a través de la caridad que el amor se verá reflejado en todas y cada una de las cosas que pensemos y hagamos.
Cierto es que la “vocación” y el “amor” a lo que hacemos se ve reflejado en todas las profesiones, pero también es cierto que este binomio indisoluble se presenta con mayor ahínco en aquellas profesiones en las que la materia prima es el propio ser humano, tal es el caso de la Pedagogía, Psicología y Psicopedagogía. Ciencias y disciplina, respectivamente, en las que nos esforzamos por guiar al otro a descubrir lo mejor de sí mismo, y por ende, a ser mejor y más feliz.
Así que si aún estás en proceso de elegir una carrera universitaria, ojalá que elijas no sólo aquella que te ayude a ti mismo(a) a ser mejor y más feliz, sino también a los demás, y sobre todo aquella que te permita poner al “amor en acción”. Si eres estudiante universitario, siempre ten presente que lo que hagas o dejes de hacer ahora, incidirá posteriormente en la vida de alguien, y que el “amor en acción” se demuestra desde ahora, cada vez que pones atención a tus clases, o bien, cada vez que te esmeras en cuidar cada detalle de las actividades de aprendizaje que realizas. Y por último, si eres profesionista, siempre recuerda que el amor a tu vocación marcará la diferencia, y te invito a que te propongas hacer vida una de las filosofías de la Santa Madre Teresa de Calcuta: “Jamás permitas que alguien venga a ti y se aleje sin ser mejor y más feliz”.
Mtra. Nathaly E. Pérez Reyes
Coordinadora académica
Escuela de Pedagogía
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