El pasado viernes me encontraba como de costumbre en mi habitación leyendo las noticias de la semana, para ver qué había de nuevo. Mientras me paseaba por la sección de economía y finanzas me topé con un dato bastante interesante e intrigante, pero a la vez alarmante. Un dato que dice mucho de lo que estamos viviendo actualmente en México.
Específicamente, este dato entra en el contexto socioeconómico del país. Seis de cada diez viviendas en la República Mexicana no construyen patrimonio. ¿Te das cuenta de lo que esto significa? ¿Estás consciente de la magnitud e impacto que tiene este dato? No sé tú, pero a mi me preocupa bastante por varias razones que si bien la noticia no las mencionaba, si leías entre líneas fácilmente podías identificarlas.
La primera de ellas y quizá la más obvia es que, de entrada, en México gran parte de la población carece de educación y cultura financiera. Me parece increíble que en la mayoría de las escuelas nos enseñan sobre literatura, lenguas muertas, lingüística, etc., pero nada sobre finanzas personales y economía familiar.
Parece ser que no hemos aprendido nada a lo largo de los años. La única manera de erradicar la pobreza de un país es educando financieramente a sus habitantes.
En segundo lugar, este dato nos demuestra que muy probablemente los sueldos e ingresos de la población mexicana no dan abasto para dejar un mínimo de ahorro. Puede que algunas veces sí, pero estoy convencido de que la mayoría de las veces no. Desgraciadamente vivimos en una sociedad que no acostumbra a pagar sueldos tan altos y el salario mínimo es demasiado, (extremadamente) bajo.
Castigar la economía de la familia de un empleado probablemente hará al patrón más rico, pero al país más pobre. De por sí el gobierno no tiene la capacidad de subsidio a todas las personas y menos de brindar facilidades para un mejor entorno laboral, a eso súmale un bajo salario y alta delincuencia. A veces se nos hace fácil decir que invertir dinero es sencillo, pero cómo le haces si ni siquiera tienes para comer.
Y finalmente, pero definitivamente no menos importante, necesitamos aprender a administrarnos y cuidar nuestro dinero. Independientemente de los ingresos que una persona perciba, es fundamental evitar gastar en “lujitos” si no antes ya cubriste tu cubeta de ahorros. Es muy triste que en México la jerarquía de administración patrimonial está completamente invertida. En lugar de comenzar por gastos forzosos y ahorro, la gente comienza con gastos innecesarios y “lujitos” o leisure expenses (no recuerdo la palabra en español).
México es un gran país. Tenemos más recursos que gran parte de los países, gente trabajadora y gran creatividad, sin embargo, nada de esto funciona si no tenemos el componente clave, ese pegamento que unirá todo: educación financiera y cultura del ahorro.
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