En el marco del mes del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, las científicas y profesoras de la Escuela de Dirección de Negocios Alimentarios: Mtra. Carolina Hernández y la Dra. Mayeli Peralta colaboran en un proyecto que promueve el desarrollo de huertos, así como impulsar el gusto por la ciencia y tecnología dentro del sector agroalimentario.
La Escuela de Dirección de Negocios Alimentarios busca acercar y desarrollar en las alumnas capacidades STEM, por sus siglas en inglés STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) y su creatividad analítica a través de disciplinas como Tecnología de Alimentos, Inocuidad, Análisis Sensorial, entre otras disciplinas aplicadas que se enseñan dentro de la Escuela.
Como parte del apoyo del Fondo de Fomento a la Investigación, este proyecto busca crear Huertos Sustentables con el propósito de motivar a las alumnas hacia la vocación científica, dándoles las bases, habilidades y conocimientos.
"Agradecemos a todo el equipo que nos ha estado apoyando a trabajar en diferentes aristas de este proyecto, desde las alumnas Samanta Tena, Maura Cobián, Farah Daniela, Pamela Ojeda; hasta nuestras profesoras como la Mtra. Carolina Hernández, quien indudablemente ha estado trabajando desde la parte de proyectos y formación de laboratorio, la Dra. Julieta Domínguez, quien nos asesora con la parte de análisis sensorial para saber cómo desarrollar estas pruebas con profesionales del área, así como otros profesores que colaboran de manera cercana", comenta la Dra. Mayeli Peralta.
La Dra. Mayeli se siente muy agradecida de trabajar con una Granja Vertical y aportar con alternativas de cómo fortalecer la seguridad alimentaria a través de disciplinas STEM.
"Las disciplinas STEM tocan muchas aristas de nuestro mundo y profesiones en nuestra sociedad, en la Escuela de Dirección de Negocios Alimentarios es una oportunidad para aplicarlas y construir una cadena de alimentos segura, nutritiva y estable", expresa.
Por su parte, la Mtra. Carolina Hernández se desempeña en el área de inocuidad y microbiología, donde se encarga de medir la calidad microbiológica del producto que se está generando, pues el objetivo de este proyecto es probar que las lechugas que se están produciendo están listas para el consumo.
"Comparamos qué diferencia hay entre las lechugas que crecen en el campo a las que crecen en un sistema cerrado, donde está más controlado el ambiente, no hay aire, para entrar al laboratorio tienen que entrar con bata, cofia, cubrebocas para que justamente no haya esa contaminación", informa la maestra.
"Creo que las mujeres tenemos muchas ideas y tenemos una forma revolucionaria de trabajar, es súper importante el apoyo y trabajo que hacen las alumnas. Las alumnas que están interesadas en esta área, la verdad es que tienen muchísimo potencial y queremos reconocerles y agradecerles esa dedicación y esfuerzo con la que se suman a este proyecto", agrega.
Sumando a la vocación científica
La estudiante Samanta Tena ha participado en este proyecto desde plantar la producción hasta realizar pruebas microbiológicas para validar que el producto está listo para el consumo, y de la mano con la Mtra. Carolina, comparan la calidad microbiológica del Huerto Vertical en un sistema cerrado con el Huerto a cielo abierto.
Las alumnas Maura Cobián y Farah Daniela han apoyado mucho con la extracción de datos duros en la producción; además Pamela Ojeda ha liderado experimentos en conjunto con otros alumnos y también la Granja Vertical.
"Yo invitaría a no solamente a nuestras alumnas, sino también a los egresados y a los líderes de la industria para que vean lo que hacemos aquí en la Escuela desde la parte científica y que podemos tener resultados científicamente probados de lo que se hace en la cocina, restaurantes e incluso los mismos productores agroalimentarios y que tengan esta evidencia científica a través del trabajo que hacemos aquí en el laboratorio", comparte la Mtra. Carolina.
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