El Dr. Rafael Garduño, profesor investigador de la Escuela de Empresariales de nuestra Panamericana ha dedicado su carrera profesional a investigaciones sobre economía regional, enfocándose en la influencia de la mujer en el mercado laboral formal.
A través de sus propias experiencias, el Dr. Rafael Garduño fue espectador de distintas disparidades de ingresos en su entorno, así como la falta de meritocracia; estas vivencias lo llevaron a escudriñar las condiciones que día con día viven diversos sectores de la sociedad.
"Yo crecí en ese ambiente que me hizo ver la necesidad de buscar formas de apoyar estas regiones", expresa.
Especializaste en economía regional
Después de estudiar la maestría en Finanzas en el Tecnológico de Monterrey, decidió orillarse por el área de economía, específicamente en la economía regional; poco después aplicó para la London School of Economics and Political Science a la maestría de Desarrollo Económico Local donde descubrió su verdadera vocación: "Buscar formas de ayudar a las regiones a salir adelante y las que ya están bien, lograr consolidarse y continuar", destaca.
Dentro de su trayectoria profesional, el Dr. Rafael trabajó como consultor financiero en Latinoamérica donde vio más de cerca todos los retos, disparidades así como las situaciones en las que se encontraba este sector. Tiempo después decidió viajar a Medio Oriente para desempeñarse en una empresa multinacional de paz, donde trabajó como subcontralor y después como contralor.
La economía regional enfocada en el sector femenino
Una vez que terminó su estancia en el Medio Oriente, consiguió una beca para realizar el doctorado en Economía Aplicada, especializado en economía regional en Illinois, Chicago, a su regreso a México, ingresó al Centro de Investigación y Docencia Económicas, donde comenzó a interesarse por los estudios de la mujer en el sector económico.
"En México, existe un promedio de 52% de mujeres y 48% de hombres y a pesar de ser tan grande la fuerza laboral de las mujeres, muy pocas están en el mercado formal de la economía, me sorprendió tanto que dije voy a estudiar eso", informa.
En un primer estudio que fue alrededor de los años noventas, los resultados demostraron que en la economía formal había muy poca participación de la mujer, y un factor importante que impedía esta participación era el hecho de que si no contaban con una pareja, era muy probable que no pudiera entrar al mercado formal, también influía el hecho de que si una mujer tenía hijos tampoco podía entrar.
"Debido a varios cambios que hubo en estas épocas, tales como el surgimiento de guarderías, permitió que las mujeres a pesar de que fueron madres solteras, podían entrar al mercado formal. En esos diez años se observó un enorme cambio sobre cómo la mujer formaba parte de la economía formal", destaca.
Actualmente, el Dr. Rafael busca retomar esta investigación para saber a lo largo de casi 30 años cómo ha cambiado esta situación dentro del sector femenino.
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