La alimentación de un niño va cambiando conforme va creciendo, y para un buen crecimiento, se requiere una nutrición adecuada. Es necesario darles los alimentos más recomendados de acuerdo a las diferentes etapas de los niños y recordar que la alimentación es indispensable para un buen desarrollo físico, mental, social y no solo de salud.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que la alimentación durante los primeros 6 meses de vida del niño debe ser exclusivamente con leche materna y a partir de los 6 meses, deberá iniciar con una alimentación complementaria.
En ese momento, los padres se encontrarán en conflicto entre brindarles una alimentación complementaria, líquida o implementar el Baby Led Weaning a libre demanda del niño.
Y te estarás preguntando ¿cuál es la diferencia entre la alimentación complementaria y el tan sonado Baby led weaning?. La OMS establece que “la alimentación complementaria comienza cuando la leche materna por sí sola ya no es suficiente para satisfacer las necesidades nutricionales del lactante y por lo tanto necesita de otros alimentos y líquidos, además de la leche materna” y esta se define como “la transición de la lactancia materna exclusiva a los alimentos familiares”
Por el contrario, el baby led weaning se define como la alimentación guiada por el mismo bebé. De esta manera se evita que el niño ingiera algún tipo de puré o papillas dejando que el bebé decida qué comer y la cantidad que él requiera. El trabajo de los padres es ponerle la comida entera o en trozos dependiendo de el tipo de alimento, tomando en cuenta las recomendaciones para un buen baby led weaning. De esta forma el bebé tomará la comida por sí mismo. El inicio de este método de alimentación es a partir de los 6 meses de vida del niño, como lo propuso la OMS.
Cada uno tiene sus beneficios y sus riesgos, para ello se necesita de un trabajo en equipo y como sabemos, un bebé está al cuidado de la familia, no sólo de una persona, por lo los riesgos que puedan presentarse en la forma en la que se decida alimentar. Esto se puede prevenir mediante la implementación correcta y tener buena información acerca del método de alimentación, siempre consultando al pediatra y asistiendo a las consultas de valoración establecidas para cerciorarnos del adecuado crecimiento del niño.
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