¿Te ha pasado que estudias mucho para un examen y un mes después ya no te acuerdas de nada de lo que aprendiste?
Para entender por qué pasa esto es importante saber cómo funciona el olvido y cómo se puede evitar. El olvido es “la pérdida de la accesibilidad a la información anteriormente procesada en la memoria”. (Castillero, 2019) Aunque el olvido puede parecer algo malo es una función adaptativa que nos permite eliminar los detalles y la información que no es necesaria y nos ayuda concentrarnos en lo más importante.
Hermann Ebbinghaus, psicólogo alemán (1850-1909), se dedicó a estudiar este fenómeno y para poder analizar el olvido se utilizó a él mismo como sujeto experimental, memorizando una serie de sílabas y midiendo en cuanto tiempo se le olvidaban; así logró crear la curva del olvido. Desde su punto de vista, el olvido se da por la falta de uso y de repetición de la información, entre menos intentemos evocarla, más fácil es que se nos olvide. El olvido por la falta de repetición no solo sucede con conocimientos teóricos, con los conocimientos prácticos también se tienen que repetir constantemente para que no se olvide. Una característica importante de la curva es que a pesar de que se va perdiendo la información, el volver a aprender esa información se vuelve mucho más fácil y se requiere menos tiempo que la primera vez que se aprendió.
En la misma curva del olvido se observa que cada vez que la información es recuperada, ésta tarda más tiempo en olvidarse. Por ende, la mejor forma para estudiar es repetir o utilizar lo que se quiere aprender varias veces dejando un tiempo determinado entre las sesiones de estudio, este tiempo tiene que ir incrementando poco a poco. Por ejemplo, cuando se estudia un capítulo de la clase de Historia, al día siguiente se tiene que intentar recordar de toda la información aprendida el día anterior, luego después de dos o tres días lo vuelves a hacer y así consecutivamente. Es importante que cuando se intente aprender algo no se tiene que volver a leer todos los días sino que realmente se necesita intentar poner a prueba el conocimiento, por ejemplo, se puede escribir un resumen de lo que se aprendió o hacer tarjetas con preguntas para que intentar resolverlas.
Gracias a estos estudios, un pedagogo puede saber cómo desarrollar cursos y programas en los que los alumnos utilicen varias veces la información que van aprendiendo para asegurar una mejor retención de la información y por ende un mejor rendimiento académico.
Referencias:
- Castillero, O. (sf). ¿Qué es la curva del olvido?. Retrieved 10 October 2019, from https://psicologiaymente.com/psicologia/curva-del-olvido
- Crash Course. (2017). Memory: Crash Course Study Skills #3 [Image]. Retrieved from https://youtu.be/SZbdK9e9bxs
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