"Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos". Albert Einstein Koch, Físico alemán (1879 – 1955)
El fin de la segunda década del siglo XXI solo puede describirse a través de las crisis que el ser humano vive: guerras internas y externas, decaimiento económico y, últimamente, un enemigo común: la contingencia internacional producto del virus COVID19, mejor conocido como coronavirus.
Ante la inminente ola que pudiera quebrantar espíritus y empresas por igual, también se abre la ventana a la creatividad y capacidad de resolución de problemas con los elementos que la vida pone en la mesa.
No mermando la importancia y gravedad que la actualidad nos presenta, tampoco perdamos la oportunidad de recurrir a nuevas formas de resolver los problemas. Julio Ligorría Carballido[1] define la crisis como la destrucción de la rutina; al cambiar las reglas, cambiemos el juego con los mismos jugadores; los empresarios que sobrevivirán la crisis serán los que jueguen con inteligencia y creatividad.
¿Quién es el sujeto a quien afecta la crisis?
El embate económico dañará en mayor medida a las familias cuyos ingresos dependan de la economía informal, los pequeños y medianos negocios, de su trabajo manual, o personas en condiciones laborales inestables.
Como segunda consecuencia, la dificultad del momento mermará la actividad económica y eso disminuirá los ingresos de las grandes compañías y del gobierno.
Si no se hace algo rápido, todos sufriremos tarde o temprano las consecuencias del tsunami contra los ingresos.
¿Qué es lo que no va a cambiar? Las personas y las familias van a luchar por sobrevivir de cualquier modo y todos estaremos dispuestos a realizar un esfuerzo adicional para no caer en la desesperación.
Aunado a ello, todo hogar no dejará de requerir servicios de energía, agua, gas, mantenimiento, salud, alimentación, envíos, internet y entretenimiento.
¿Qué cosas han cambiado?
a) Es posible que la reducción en los precios del petróleo se mantenga algunos meses;
b) millones de personas en el mundo deberán mantenerse dentro de sus hogares durante un largo periodo;
c) los niveles de higiene y sanitización se elevarán en todos los procesos del mundo;
d) la comunicación y la convivencia ha potencializado y concentrado su instrumentación a través de la tecnología y posibilidades de la red.
¿Qué se puede hacer? Aquí entra en juego la creatividad:
- ¿Eres contador? Buena oportunidad para buscar más clientes a quienes les puedas llevar electrónicamente su contabilidad, el pago de sus impuestos, asesoramiento empresarial y hasta proceso de emprendimiento (TODOS necesitan un contador siempre).
- ¿Eres publicista? Es hora de generar campañas de prevención y ventas seguras para miles de empresas que requieren ajustarse a los tiempos del coronavirus.
- ¿Eres ingeniero? Realmente no tengo que darle consejo alguno a los que se dedican a resolver cosas como profesión.
- ¿Eres médico? Las consultas de leve gravedad y a domicilio (con todas las precauciones) pueden generarte mayor cartera de clientes.
- ¿Eres vendedor? Ya era tiempo de migrar al internet; quien no está en internet, no existe en el mercado y como nunca antes contamos con nuevas plazas comerciales: Amazon, Ebay, MercadoLibre, etc.
- ¿Eres adivino? Pues los servicios de lectura de astros ahora podrán hacerse en línea (aunque prefiero leer los resultados de la Bolsa Mexicana de Valores y de la Bolsa Institucional de Valores para predecir el futuro, y en ese análisis también hay negocio).
- ¿Acaso sabes algo enseñable? Las clases en línea, que aun no se comparan con las presenciales, son hoy un mercado tan grande como el mar azul y se pueden hacer ayudar con plataformas como Zoom[2].
- ¿Estudiaste Recursos Humanos? Es el tiempo de la atención al personal a través de manos expertas y con capacidades de control a distancia. El momento de riqueza puede ser tuyo.
No es la primera crisis de consecuencias económicas que la humanidad ha de sortear y con seguridad no será la última. Lo que sí es seguro es que, atendiendo a la vieja tradición biológica darwiniana, solo quienes evolucionen sobrevivirán. Evoluciona tu negocio; considera que incluso Overeas[3] hoy se convierte ya no en un lujo, sino en una necesidad.
Compárteme nuevas ideas de cómo evolucionar un negocio para domar el potro salvaje en el que la humanidad se ha montado por azar. ¡Podríamos escribir un libro y ganar dinero con él!
[2] Plataforma digital que permite reuniones y sesiones de comunicación vía remota con especial uso en actividades académicas. www.zoom.us .
[3] Plataforma digital de compra y repartición de alimentos vía electrónica con seguimiento en tiempo real. www.ubereats.com .
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