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Escrito por Mauricio Soto
en octubre 23, 2025

Uno de los aspectos más importantes que requiere atención al tocar un instrumento de metal es el uso y control del aire.

ENTRADA del Aire:

Debemos respirar conscientemente: trayendo aire (en contraposición a simplemente permitir la entrada de aire a nuestros cuerpos, inconscientemente)

Al practicar, siempre intento inhalar al máximo. Intento pensar en números de forma figurada: mi objetivo es llenar el 90 % de mi capacidad pulmonar cada vez. Aunque uso los números de forma figurada (no sé exactamente qué porcentaje de capacidad utilizamos mis alumnos o yo), con el tiempo, esto me dará un marco de referencia y me hará muy consciente de la diferencia entre una respiración superficial (digamos un 30 %) y una completa (digamos un 90 %).

La CONCIENCIA es el primer paso. Intento respirar conscientemente al máximo cada vez (y si no lo hago conscientemente, la entrada de aire se reducirá hacia el VOLUMEN CORRIENTE).

¿Qué es el Volúmen Corriente?
El volumen corriente (VC) es la cantidad de aire que se mueve a través de los pulmones cada vez que se inhala y exhala cuando el cuerpo está en reposo. El volumen corriente suele ser de entre 400 y 500 mililitros, lo que se considera el 8% al 10 % de la capacidad de una mujer y un hombre promedio, respectivamente. Ésta es la cantidad de aire que intercambiamos inconscientemente, mientras estamos en reposo.

Esta cantidad no es suficiente para tocar un instrumento que mide casi 4 metros de largo.

Siempre disfruto viendo a los cornistas probando un Corno Alpino por primera vez (en talleres, festivales, etc.) porque casi invariablemente: [1] colocan la boquilla en el instrumento, [2] miran el extremo más alejado del instrumento, dándose cuenta de lo largo que es, y [3] realizan una respiración exagerada, a veces haciendo movimientos corporales cómicos mientras lo hacen.

La cuestión es que al estar nuestro instrumento enrollado sobre sí mismo (para ahorrar espacio, entre otras cosas), parece mucho más pequeño de lo que es en realidad, haciéndonos creer que un poco de aire (VC) será suficiente para tocarlo, pero no es así.

 Regla de oro para respirar: todos los movimientos del cuerpo deben ser causados por el aire entrante desplazando algunas zonas, no por mover intencionalmente un conjunto de músculos.

Entonces, deja que tus hombros se eleven un poco si es necesario, deja que tu caja torácica se expanda en todas direcciones ("deja que tu pecho se eleve hacia arriba y hacia adelante, como una paloma", como solía decirme un maestro), deja que tu abdomen sobresalga, etc., siempre y cuando todos los movimientos sean causados por la inhalación.

Al pensar en el aire, primero revisa tu postura: ser lo más alto que uno pueda ser, pero asegurándonos de que los hombros estén relajados (recomiendo leer artículos sobre la técnica Alexander; te llevará a conocer mejor tu cuerpo.)

Como siempre, trabajar diariamente con un metrónomo mejorará nuestro sentido general del ritmo y entrenará el flujo de la alternancia entre la inspiración y el soplar.

Prueba este sencillo ejercicio para crear un patrón: Primero, ajusta el metrónomo a 60 bpm e imagina un compás de 4/4: cuenta los tiempos 1, 2, 3 (listos), 4 (respirar) y 1 (tocar). Esto entrenará tu coordinación, la determinación para empezar una nota específica y te permitirá ser consciente de la cantidad de aire que inhalas en el cuarto tiempo del compás preparatorio. Repetir el patrón nos permitirá analizar mejor las variables del proceso de la inspiración.

 

SALIDA del aire:

Para mí, la parte más importante de tocar es lo que sucede dentro del cuerpo, en relación a cuánta cantidad de aire utilizamos, la precisión de la compresión que creamos dentro del cuerpo y qué tan rápido podemos llegar a esa compresión/velocidad del aire necesaria para llegar a una nota en particular.

Cuando hago ejercicios con la serie armónica, intento no administrar el aire para que dure más. En cambio, me concentro en usar todo el aire tan rápido como sea necesario para producir un buen sonido.

Inclinarme hacia adelante contra el instrumento mientras soplo me ayuda a mantener la garganta abierta, en lugar de llevar el instrumento hasta mi cara (lo que en mi caso, tiende a cerrar las vías respiratorias).

En general, cuanto más exacto comprimas el aire dentro de tu cuerpo para una nota determinada, menos movimiento necesitarás en el exterior (en la embocadura, por ejemplo).

Los ataques de aire (iniciar las notas sin utilizar la lengua) también me han ayudado a eliminar la tensión innecesaria en la embocadura. Además, como mencionamos antes, nos enseñan a lograr la compresión de aire exacta que necesitamos dentro del cuerpo: ni más ni menos.

A veces, las ideas sencillas son útiles: a lo largo de los años, a mis alumnos y a mí nos ha sido útil empezar cada día pensando en soplar hacia adelante (un pleonasmo, para reforzar la idea), como si estuviéramos soplando un rehilete.

Al tocar, no pensamos en términos de ir "arriba" o "abajo", sino en [1] registro agudo = aire rápido/hacia adelante; y [2] registro grave= aire lento/hacia adelante.

Esto ha resultado útil, porque el concepto de cambio de velocidad del aire en la misma columna, favorece el flujo (la continuidad de la columna de aire en movimiento), otro concepto muy importante para mí. Recuerda minimizar el movimiento de la lengua al tocar para no obstruir la trayectoria del aire al salir del cuerpo.

Finalmente, lo más importante es intentar ser eficiente, es decir, obtener el mejor resultado con el mínimo esfuerzo posible (aunque utilizaremos mucha energía,éso es seguro).

 

Al probar nuevas ideas en cuanto a la técnica, recuerda siempre que estás trabajando en 2 planos:

  • entender el concepto; y
  • entrenar tu cuerpo para incorporar la idea a tu forma de tocar y poder repetirla diariamente. Son dos cosas distintas y completamente diferentes.

 Tener paciencia y comprender que cuando hacemos cambios en el PROCESO (para la mayoría de la gente, por lo menos), lo más probable es que los RESULTADOS empeoren antes de mejorar (ya que estamos dejando atrás un proceso al que nos habíamos acostumbrado, fuese eficiente o no).

Por último, el concepto más importante que debemos recordar todos los días: la embocadura reacciona al aire, no al revés.

 

*Estas son ideas que han sido útiles para mí y para mis alumnos a lo largo de los años. No pretende ser un artículo científico sobre la técnica de tocar el corno.

 

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