Parece broma ¿cierto? Como alguien puede pensar en emprender cuando estamos viviendo una situación tan delicada y difícil a nivel mundial.
Además, la situación actual del país pareciera que está en contra nuestra, que las posibilidades de salir adelante se agotan y que solamente la gente adinerada podrá sobrevivir la crisis económica.
Vivimos en un mundo altamente volátil, incierto, complejo y ambiguo, pero eso ya lo sabíamos, no es algo nuevo. Tampoco es la primera crisis a la que se enfrenta México y tampoco es la primera vez que la gente pierde empleos. No es nuevo que haya pobreza ni que incrementen las tasas de cierre de empresas.
Lo que sí es nuevo, es la respuesta que gran parte de los mexicanos están mostrando ante la situación actual: el conformismo y el cruce de brazos. La posverdad que el gobierno se ha encargado de mostrar al país está acabando con el sentido de superación personal de la gente, violando gravemente el principio de subsidiariedad.
Desgraciadamente la felicidad en México es muy barata, por lo que mucha gente no tiene iniciativa de ir por más ni colaborar para lograr el progreso de la sociedad.
Es por ello por lo que es momento de ser líderes de cambio; de transformar a la sociedad por medio de empresas que busquen la trascendencia de la persona; de empezar a ver los problemas como enormes oportunidades y no como grandes obstáculos.
¿Acaso nunca has escuchado que las grandes fortunas se construyen en tiempos de crisis? ¿Por qué será que las personas dicen esto? ¿Estarán dementes? No, al contrario, son personas que logran ver luz donde los demás ven oscuridad.
A lo largo de la historia han existido múltiples casos de éxito y esta vez, no será la excepción. Estoy completamente convencido de que la sociedad necesita líderes emprendedores. Personas que busquen cambiar el mundo a través de la creación de empleos, desarrollo de talento y entrega de valor a la sociedad.
Pero ¿cómo puedo empezar? Busca solucionar un problema que tenga la sociedad hoy en día. El secreto no está en encontrar una idea perfecta, está en encontrar aquella que te permita arrancar. Tiene que ser radicalmente disruptiva para llamar la atención, pero a la vez conservadora para lograr confianza en el mercado.
Puedo asegurarte que hay muchas oportunidades y problemas que resolver, la cuestión es reconocerlas. Como dice Napoleon Hill, un personaje célebre de los negocios:
“La oportunidad tiene el astuto hábito de entrar por la puerta trasera y muchas veces llega disfrazada de mala suerte o de fracaso temporal”.
No te limites, busca gente con los mismos valores e intereses que tú, crea comunidades y sal a cambiar el mundo; invierte tu tiempo en proyectos valiosos y aprovecha tu energía para sacar adelante al país; toma ventaja de la era en la que vives, nunca había sido tan fácil tener acceso a tantos datos, herramientas que complementen tus habilidades y relacionarte con los demás.
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