El viernes 21 de octubre, la Escuela de Enfermería, de la Universidad Panamericana,
celebró la graduación de la Licenciatura de Enfermería de mis compañeras y mía, un evento
muy especial por muchas razones en el que nos acompañaron nuestras compañeras y
compañeros de la escuela, nuestras familias, amigos y algunos maestros. También tuvimos
el honor de recibir a la Mtra. Fabiana Zepeda Arias, Titular de la Coordinación Técnica
de Programas de Enfermería del IMSS.
de la profesión, en el que una enfermera ya graduada pasa la luz a las recién
graduadas, por medio del fuego de su propia lámpara, misma que se remonta a la
pionera de la enfermería moderna, Florencia Nightingale.
En el siglo XIX durante la Guerra de Crimea, Nightingale utilizaba una lámpara durante las
noches para revisar a los heridos, dar consuelo y atender a los necesitados. Fue
precisamente ella la primera enfermera en establecer una filosofía y teoría del
cuidado.
Representación digna de una enfermera
Actualmente, la luz de la lámpara es símbolo del conocimiento, los valores y los
principios que debemos usar como enfermeras durante nuestra carrera profesional.
Es por eso que la persona que entrega la luz a una enfermera recién egresada debe de ser
una enfermera que sea representación digna del conocimiento, los valores y los
principios de la profesión. En nuestra ceremonia, tuvimos el honor de recibir la luz de la
Mtra. Zepeda, una figura actual e importante de la enfermería en México.
Además, la ceremonia del paso de la luz significa algo especial para nuestra generación:
ser invitadas a una nueva etapa de nuestra profesión, con la seguridad de que
tendremos el acompañamiento de la Escuela de Enfermería de la Universidad
Panamericana. Es reconfortante saber que, aunque hemos terminado la licenciatura,
seguimos siendo parte de esta institución y que siempre portaremos su nombre.
Enfermeras UP
La luz es un recordatorio de dónde debemos buscar cuando nos sentimos perdidas en
nuestra profesión. La UP nos enseñó a ser un tipo de enfermera muy especial; humana,
cálida y enfocada en la dignidad de la persona y la ceremonia siempre será un momento
al que regresaremos para reencontrarnos con nuestro eje y compás. También es un
recordatorio de nuestro papel como enfermeras; somos el consuelo y el descanso del
enfermo y dentro de ese rol tenemos mucha responsabilidad.
Con la luz de la lámpara siempre recordaremos el compromiso que juramos el día de la
graduación: siempre cuidar nuestra formación profesional, preservar nuestra ética
como enfermeras y dedicar nuestros conocimientos y vocación para cuidar de los
más necesitados. Fue un gran momento y estoy segura que todas recordaremos ese día
con mucho cariño y orgullo.
Datos de la autora:
Natalia Cruz Monjaraz, alumni de la Licenciatura de Enfermería.
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