Son muchas las responsabilidades de los directores educativos y, como tal, también deben ser diversas sus competencias para que sean capaces de cumplir con las funciones que se esperan de ellos e incluso superar las expectativas.
Dado que a menudo trabajan como la cabeza de un equipo, resulta imprescindible que se desempeñen con liderazgo y manejen buenas habilidades de comunicación al relacionarse con los administrativos, los profesores y el resto del personal. En este artículo mencionamos cuáles son las competencias más importantes para una dirección educativa sobresaliente:
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Buena comunicación
Es clave la capacidad para comunicar ideas con claridad y construir relaciones favorables con los padres de familia, los alumnos, los profesores y los administrativos. De ella también depende la posibilidad de asegurarse de que todos los miembros de un colegio trabajen hacia un objetivo común y tengan un punto de encuentro para resolver cualquier conflicto que se presente.
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Liderazgo
Gran parte del liderazgo implica saber motivar y guiar a otras personas, así como actuar como ejemplo de responsabilidad y profesionalismo para la comunidad escolar. El liderazgo está imbuido en prácticamente todas las actividades que un director educativo debe llevar a cabo.
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Organización efectiva
La dirección en un colegio debe encargarse de crear o mantener una estructura general y una jerarquía de funciones que se desenvuelvan con armonía y eficazmente interconectadas. Solo así todas las partes lograrán sus metas, pero sobre todo los estudiantes.
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Adaptabilidad e innovación
El entorno educativo no puede entenderse sin los cambios y mejoras que se introducen constantemente para ofrecer a los alumnos un proceso de enseñanza-aprendizaje que pueda cubrir sus necesidades y, a la vez, conservar su rigor académico. Por eso es tan importante una dirección educativa adaptable y también proactiva para implementar soluciones innovadoras.
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Planificación estratégica
La planificación estratégica como herramienta se halla inmersa en cada una de las actividades que se desarrollan en una institución educativa, desde la presupuestación y la implementación del modelo pedagógico hasta la calendarización, la distribución de tareas y la calidad de las interacciones entre docentes y alumnos.
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Capacidad para el desarrollo curricular
Un director educativo debe tener la capacidad de trabajar en equipo con pedagogos y docentes para elaborar e implementar los planes curriculares en una escuela. A pesar de que no sea labor exclusiva suya, está en el centro del éxito de sus diferentes componentes y de su unidad funcional.
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Uso de TI para la educación
Año con año aumenta la necesidad de utilizar nuevas tecnologías de apoyo para alcanzar los objetivos y propósitos de la educación. Los recursos interactivos disponibles en la actualidad son de crucial ayuda en el proceso de enseñanza y aprendizaje. El director debe mantenerse al tanto de actualizar los recursos para brindar la experiencia más favorable a maestros y alumnos por igual.
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Administración y monitoreo escolar
Para promover un ambiente óptimo de aprendizaje y comunidad es indispensable administrar con eficiencia tanto los recursos como al personal. El monitoreo de las actividades y una presencia distinguida del director en las instalaciones también contribuyen a conseguir esta meta.
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Oportuna resolución de problemas
Los obstáculos y los problemas son ineludibles en el funcionamiento de una escuela, a veces se presentan como imprevistos y otras, como errores dentro de la planificación. De cualquier modo, la dirección debe hacer lo posible para solucionarlos con los medios a su disposición y, para ello, la capacidad de resolver problemas resulta un atributo de gran utilidad.
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Conocimientos de diseño instruccional
Al igual que con el desarrollo curricular, el director educativo debe laborar mano a mano con otros miembros de la comunidad escolar para aportar las mejores experiencias de aprendizaje posibles y brindar material de calidad destinado al crecimiento académico e integral de los estudiantes.
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Fomento de una buena comunidad escolar
El director constituye el centro de la comunidad educativa en toda institución de enseñanza. Si bien su prosperidad y cohesión depende de la totalidad de miembros suyos, es el director quien debe garantizar la aplicación de las medidas necesarias para el fomento de una buena comunidad escolar.
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Gestión del personal docente
Aunque el tamaño del profesorado varíe de escuela a escuela, para poder delegar tareas y evaluar el desempeño de los docentes siempre conviene que haya un liderazgo sólido en la dirección. En caso de que así se requiera, esta también debe impartir amonestaciones o justificar despidos para preservar la calidad académica o un ambiente propicio para el crecimiento de la comunidad.
En el entorno tan dinámico que caracteriza a las instituciones educativas, de nivel básico a nivel superior, se hace imprescindible el papel de una dirección que domine los conocimientos pedagógicos y administrativos adecuados para su correcto funcionamiento, aunados a habilidades interpersonales fuertes para cultivar lazos bien afianzados entre directivos, docentes, estudiantes y padres de familia.
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