El objetivo de la preparatoria es que recibas la mayor cantidad de información posible para tu futuro profesional: ya sea lo que los maestros te explican en el aula, lo que consultas en libros, lo que tus compañeros te dicen o hasta las búsquedas que realizas en internet. La verdad es que hay ocasiones en las que no es tan sencillo filtrar toda esa información, y te puede costar un poco más obtener los conocimientos necesarios para tus exámenes, por ejemplo.
Y es que, aunque seas curioso y creativo, como estudiante es normal que tengas dudas después de una clase, o que batalles para lograr el nivel que quieres en todas tus materias. ¡No te desanimes ni pierdas interés en aprender diferentes temas!
Como primera respuesta a tus dudas podemos decirte: quizás la forma que tienes de aprender o estudiar nuevos temas no sea la más adecuada. Y es que los métodos convencionales de memorización y repaso hacen del aprendizaje una labor muy pasiva y poco efectiva.
A esta conclusión llegaron los psicólogos Henry Roedinger y Mark McDaniel de la Universidad Washington en San Luis, Misuri, quienes han investigado por varias décadas los métodos de enseñanza.
Así, estos expertos desarrollaron algunos consejos para solucionar las deficiencias de estudio sin que tengas que dedicar tiempo extra a dicha actividad. Aquí te compartimos 8 de ellos.
1. Asigna tiempos de estudio... ¡y practica diario!
Para hacer del estudio un hábito, ¡no lo dejes sólo para tus ratos libres! Lo recomendable es que pongas horarios fijos para hacer de esta actividad una rutina. Es más, ni siquiera tienen que ser horas completas: basta con que repases unos minutos una materia, y la retomes dos días después.
El estudio diario también te ayudará a recordar fácilmente los conceptos que viste en clase… ¡y así estarás listo para cuando llegue el periodo de exámenes!
Aunque pueda parecer que con esto se van a saturar tus días y tendrás menos tiempo de descanso y relajación, en realidad sucede lo contrario ya que podrás organizar mejor tus actividades y evitarás el estrés de tener que repasar todo a última hora.
2. Empieza por lo más difícil
Si hay una materia específica que se te dificulte, en lugar de dejarla hasta el final debería ser lo primero que estudies.
Empezar por lo más difícil te dará más seguridad y hará que el proceso de estudio fluya de mejor manera. Además, inconscientemente aprenderás a no postergar las tareas complejas y ganarás confianza de que puedes enfrentar cualquier situación.
3. ¡Ponte a prueba!
Al terminar de revisar tus notas y lecciones, haz una pausa para verificar que entendiste el tema. Puedes explicarlo en voz alta, con tus propias palabras.
Ejemplo: si en tu clase de Historia viste la alianza comercial entre Grecia y Roma, después de repasar pregúntate: “¿por qué?, ¿cuáles eran sus rutas navieras?, ¿qué tipo de moneda usaban?”, etcétera.
4. Utiliza apoyo visual
Las preguntas y respuestas anteriores las puedes apuntar en fichas bibliográficas, para tenerlas ordenadas y separadas por materia y clase. Consúltalas cuando necesites reforzar el tema y no las descartes hasta que te sientas seguro con el conocimiento.
Hacer mapas mentales, diagramas de flujo y otros elementos gráficos también te puede servir. Lo importante es que tomes una postura activa en tu aprendizaje. ¡Verás que mejorará sustancialmente tu nivel de retención!
5. Estudia en grupo
Para que estudiar sea una tarea más dinámica, encuentra un compañero de estudio en el que puedas apoyarte. Mejor aún si es de tu mismo grupo, para que así puedan comparar apuntes y tengan una noción más acertada de los temas que vieron en clase.
6. Premia tu esfuerzo
Para mantener la motivación, cada que obtengas buenas calificaciones date un gusto: retoma tu videojuego favorito para pasar de nivel, o pide a tus padres que te lleven al cine... haz una actividad que disfrutes.
7. ¡Concéntrate!
Es claro que puedes hacer múltiples cosas a la vez, pero esto no necesariamente significa que estes haciendolas bien. Es por eso que necesitas elegir la actividad que más atención requiera y solo dedicarte a ella. Al momento de estudiar, ¡aléjate de tu celular y de la televisión!
Si te sientes más cómodo, ve a estudiar a la biblioteca: es un espacio tranquilo donde estarás alejado de posibles distractores.
8. Pide asesoría
Un modo efectivo de fomentar hábitos de estudio constantes es que te apoyes de un asesor que resuelva tus dudas en cada materia y te recomiende técnicas de estudio acordes a tus necesidades. La buena noticia: ¡la prepaUP cuenta con este sistema de asesoría personalizada a lo largo de toda tu estancia académica!
Como ves, estos consejos no son nada imposibles de implementar y vale la pena intentarlos.
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