El fraude es el temor nuestro de cada día. Aún existe miedo para usar herramientas Fintech; hay temor de ser víctimas de extorsión y fraude; al mismo tiempo, tenemos terror de quedar atrapados en el pasado. Los buenos contadores son el seguro para evitar los fraudes y riesgos de las Fintech.
Historia de un fraude Fintech
Como si se tratara de un nuevo caso Enron, la compañía Wirecard, considerada la “Paypal alemana”, se ha desplomado de la noche a la mañana por causa del primer gran fraude Fintech. Y, al igual que con la otrora emperatriz de las compañías energéticas de California, fueron los buenos contadores quienes desenmascararon el engaño.
El procesador de pagos alemán había alcanzado una posición importante entre las empresas que figuran en el índice DAX. En menos de dos años cotizó como una de las 30 empresas punteras alcanzando un valor por acción de 104.5 euros, que el 18 de junio pasado se desplomó hasta 1.28 euros.
Anteriormente ya se habían denunciado problemas relacionados con lavado de dinero por parte de informantes internos, pero fue el equipo contable de auditoría de EY quienes detectaron un faltante de 1,900 millones de euros, es decir, el 25% del capital contable de Wirecard. Simplemente no había dinero en las cuentas donde decían tenerlo.
Imaginemos por un momento que el banco nos anuncia que nuestros ahorros no existen ya y que además se declara en quiebra por fraude. Así es como la confianza perdida en la Fintech obligó a Markus Braun, el entonces CEO de la compañía, a renunciar para después ser arrestado por fraude y manipulación de mercado.
¿Qué papel tienen los buenos contadores en la seguridad de las Fintech?
El más grave problema en la abrupta caída de Wirecard fue la falta de controles. Una de las especialidades de los buenos contadores, es el estudio general de la contabilidad administrativa para establecer controles que permitan a cualquier persona interesada en la empresa conocer su estado financiero y detectar fallas antes de terminar en un desfalco económico.
Necesitamos buenos contadores porque la profesión hace más de 35 años que dejó de ser la simple teneduría de libros. Actualmente la esencia ética de una empresa se sostiene en gran medida del control y gestión económica que un buen contador puede garantizar. Basta con recordar las dos columnas de la Contaduría: el orden y la ética.
Fallaron los auditores internos al no controlar los recursos de manera adecuada. Fallaron las entidades reguladoras al no poner reglas claras que, por ejemplo, los bancos sí tienen para no perder la garantía del dinero de las personas. Fallaron los directivos y socios al no entender que lo que una Fintech con esa magnitud vende es la confianza en los negocios electrónicos.
Curiosamente los que no fallaron fueron los contadores que revisaron y sostuvieron el deber de declarar la verdad. Los buenos contadores, que son producto de la formación en valores y ética profesional, no titubearon en hacer lo que su deber dictaba.
Los buenos contadores, además de ser valorados crecidamente en el mercado profesional, son el respaldo de toda información financiera. No por nada, la firma del contador vale por sí misma, sellando la confianza en cualquier proyecto empresarial.
¿Cuál es el futuro del buen contador en las Fintech?
La era Blockchain se asoma en el corto plazo. Ese leviatán informático que, entre otras enormes ventajas, permitirá controlar en tiempo real y en una misma red interconectada todo movimiento financiero y ubicación de capitales. Inclusive promete ser el fin de las organizaciones de fraude financiero.
Aunque ya es una realidad, la mayor implementación de los sistemas contables en Blockchain elevará la transparencia y oportunidad de las empresas, y con primordial importancia, las Fintech que hacen uso de capitales virtuales y transacciones anónimas. El buen contador hoy se prepara y estudia esta nueva forma de vivir la informática.
El Hash Rate y el Mempool son ejemplos de los controles a los que todos podremos tener acceso sobre cualquier Fintech. El primero expresa la capacidad computacional estimada en el aseguramiento de un sistema financiero virtual. Entre mayor sea el Hash Rate, es decir, “el respaldo en servidores y ordenadores, mayor seguridad tienen las transacciones en la red.
El segundo, el Mempool, es la central que concentra todas las transacciones virtuales antes de ser validadas. Actualmente el Mempool que más se usa en las finanzas de capitales en línea es el del Bitcoin y permite regular tanto los tiempos de confirmación como las tarifas por transacciones prioritarias.
El futuro está en manos de buenos contadores capaces de conocer y dominar las nuevas tecnologías sin perder la esencia propia y fundamental de la profesión. Toda persona necesita un contador, pero todos queremos uno que sea ordenado, ético y actualizado. La confianza hace al buen contador.
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