Muchas empresas están volviendo a las oficinas. ¿Qué le solicitarás a tus empleados para su asistencia?
Volvemos a salir a las calles y muchos ya están conviviendo como lo hacían a inicios de 2020 gracias al reciente cambio de semáforo, pero en el sector productivo algunos han apostado por dejar a sus trabajadores en casa al 100% y volverse empresas “libres de edificios” que permitirán el trabajo remoto a toda su planta productiva, esta modalidad resuelve muchas cuestiones que los que apuestan por la presencialidad sí deberán resolver.
En muchas industrias de producción o en empresas de servicio ha llegado el momento de retomar actividades en sus instalaciones y se ha solicitado el regreso de quienes se encontraban trabajando a distancia desde diversas ubicaciones alejadas de la empresa. Con esto, inicia el reto de informar de manera clara, cómo se hará ese regreso y decidir, ¿qué le solicitarás a tus empleados para su asistencia? Veamos qué datos hay respecto a esto en el mundo.
Es notorio el contraste que ha dejado ver el acceso a vacunas en distintos países del mundo. A nivel mundial 37% de la población está completamente vacunada, pero ese porcentaje no se ha distribuido equitativamente, ya que tenemos países como Emiratos Árabes con 95% de su población vacunada con dos dosis[1], mientras que ese mismo porcentaje, pero de países en África ni siquiera alcanzan el 10% establecido por la OMS como lo mínimo a alcanzar para el mes de septiembre[2].
Las grandes diferencias en su mayoría son por el poder económico que tienen unos países sobre otros. Sin embargo, en el caso de la vacunación anti COVID hay otro indicador importante en juego. Debido al exceso a información falsa o mitos incluso absurdos[3] se han creado diversos grupos antivacunas.
Ante este contraste muchas han sido las estrategias. Por ejemplo, en Estados Unidos de América, que es uno de los países con mayor dominio en el acceso a vacunas, el estado de Ohio fue el primero de 19, que ante la renuencia o duda de la población para vacunarse decidieron promover un sorteo llamado Vax-a-Million Lottery en el que se puede ganar un millón de dólares o una beca universitaria para participantes entre 12 y 18 años[4], por supuesto que el requisito para participar es comprobar que ya se está vacunado, todo para incentivar la vacunación que en otros países es anhelada por tantas personas vulnerables o en riesgo. Otro ejemplo que sorprende nuevamente en nuestro vecino de norte es la actitud del cuerpo de policía y bomberos en el estado de Nueva York, donde se les ha obligado a presentar su certificado de vacunación[5] para poder asistir a trabajar y en caso de no tenerlo, deben pagar ellos mismo la prueba que compruebe que están libres del virus. Por lo que se han presentado diversas protestas al respecto.
Lo que muestran estos ejemplos es que aún hay mucho por resolver ante la pandemia del COVID-19 y que lo países más poderosos se enfrentan a retos también, como que el aun teniendo uno de los presupuestos más holgados para la compra de vacunas, debas lidiar con el 11% de tu población que piensa que las vacunas no son seguras[6]. Esto indica que, en ocasiones, no importa si tu país tiene vacunas, sino si tú crees que son seguras o no y que cada industria y país tiene sus propios retos y realidades.
En México, la población con renuencia a ser vacunada representa más del 7%[7] y será necesario definir, ¿Qué se hará con ellos? ¿Qué actitud se debe tomar con colaboradores que necesitas de manera presencial en tu empresa pero que tienen esta percepción de las vacunas? Sobre todo, cuando la inmunidad de rebaño (70% de gente vacunada en un espacio de convivencia) es la que puede asegurar menor riesgo de contagio.
El certificado de vacunación o las pruebas PCR contantes serán la forma de asegurar que su asistencia es segura. También existe la posibilidad de decidir si tu modelo de negocio se puede adaptar a un sistema híbrido que contemple la combinación de colaboradores presenciales y otros virtuales, este modelo ha sido común este semestre en algunos servicios y permite dar flexibilidad a ir presencialmente algunos días por semana y así, cuidar los contactos entre la gente vacunada y la que no lo está.
¿Cuál es el chip de tu gente? ¿Cuál es el tuyo como empresa? ¿Qué le pasa por la cabeza a tu colaborador al escuchar “regreso a la presencialidad”? ¿Qué cosas deben reinventarse o desecharse en tu modelo de negocio, en tu modelo de colaborador y en tu modelo de entrega de valor para salir a flote? Y cuando lo definas, empieza a trabajar en un mensaje simple, congruente y directo que comunique la confianza y seguridad que los colaboradores necesitan para salir de sus casas y retomar su rutina y todo lo que ésta implica. ¡Éxito!
*Liza Monroy es directora del Centro de Lenguas de la Universidad Panamericana Campus Mixcoac
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