Nos encontramos en una época en la que nuestra vida debe ser sinónimo de actividad y emprendimiento constantes si no nos queremos quedar atrás. Bueno, es verdad que algunas carreras más contemporáneas y artísticas están empezando a ser más aceptadas por la sociedad, pero la mayoría seguimos con un estilo de vida controlado no por nuestra satisfacción, sino por fechas límites y trabajo arduo que nos dejan al final del día con estrés y poca energía.
Muchas personas tienen problemas al diferenciar la realización personal de la profesional, ya que nuestra misma cultura nos ha condicionado a definir nuestro éxito en cheques y títulos laborales. Sin embargo, la realización personal y la profesional son muy diferentes, por lo que es peligroso considerarlas como sinónimos o elementos que de regla son mutuamente inclusivos.
Puede que laboralmente te sientas en la cima del mundo; si tienes un buen trabajo y un buen salario, no hay nada que te pueda hacer falta, ¿verdad? Pues aquí te va la respuesta: puede que tu éxito en aquel ámbito te dé satisfacción, pero estas victorias no son suficiente por sí mismas para garantizar su permanencia.
Sí, tal vez tienes suficiente dinero para darte los gustos que quieres, ¿pero cuándo fue la última vez que disfrutaste tiempo de calidad con tu familia o amigos? ¿O desde hace cuánto no tienes la oportunidad de tomarte un día para ti sin tener que preocuparte por un proyecto que no has terminado? Si no puedes responder a las preguntas que te acabo de plantear, posiblemente no hayas alcanzado tu realización personal.
Si quieres sentirte realizado personalmente, probablemente lo primero que te debes preguntar es si lo que estás haciendo laboralmente es aquello que te apasiona. En nuestra sociedad es un hecho que un buen sueldo puede hacer la diferencia, pero sentir que estás haciendo lo que naciste para hacer y valorar el grano de arena que estás aportando en tu área de trabajo es otra cosa.
Asimismo, es esencial entender que hay tiempo para otras cosas que no sean tu trabajo. Está perfecto que tu empleo te esté haciendo verdaderamente feliz, pero incluso las mentes más ágiles y adaptables necesitan un descanso de vez en cuando. Asegúrate de encontrar alguna actividad, ya sea acompañado o individual, con la que te puedas sentir recargado al concluirla. Tal vez sea escuchar música, jugar algún deporte, leer un buen libro, lo que te imagines. Sea lo que sea, te ayudará a recordar que no todo lo que debe regir tu vida es la productividad o un ritmo laboral frenético.
Por último, ten en mente que la realización personal no es un premio que obtienes una vez y que puedes colgarlo en tu repisa. Es más bien un proceso constante de superación, con altos y bajos a lo largo de tu vida como cualquier otro proyecto a largo plazo. Así que no seas tan duro contigo mismo; puede que hayan instancias en las que no veas tu vida como perfecta, pero todos pasamos por lo mismo y lo importante es esforzarse para llegar lo más cerca que se pueda a ese punto.
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