Aunque muchas empresas aún no toman en consideración las ventajas que pueden obtener de la colaboración con investigadores académicos, sin duda éstas aumentan conforme pasan los años. En este artículo compartimos cuatro maneras en las que pueden beneficiarse de dicha relación.
Por otro lado, el número de colaboraciones entre investigadores profesionales y empresas se ha disparado en años recientes. Entonces, ¿por qué a las empresas les conviene incorporar a la investigación dentro de sus prioridades?
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1. Acceso a equipos y recursos de primera clase
Cualquier empresa puede beneficiarse de los recursos con los que los académicos son capaces de respaldar la investigación y el desarrollo empresariales, las pruebas de productos y el control de calidad.
Muchas universidades cuentan con equipos de alta calidad a los que las empresas pueden acceder, incluso de forma gratuita. Un número creciente de empresas confía en la labor de investigadores (o de los recursos usados por ellos) para el control de calidad, el análisis de fallas y el desarrollo de nuevos productos.
2. Fuente de ideas y talento
Si, como empresario, buscas innovar prácticas, tal vez con el fin de desarrollar un nuevo producto o proceso, probablemente te será útil una perspectiva que te brinde ideas basadas en la investigación. Los investigadores encarnan una cantidad invaluable de conocimientos y talento.
Muchos académicos necesitan trabajar con socios de la industria para respaldar su investigación, por lo que el trabajo en conjunto puede servirles a ambas partes. Tales asociaciones a menudo conllevan resultados verdaderamente innovadores.
3. Financiación y apoyo
Cada vez es de mayor alcance el enfoque empresarial que pretende cerrar la brecha entre conocimiento y aplicación, así como apoyar la innovación. Al esforzarse conjuntamente, tanto empresas como universidades podrán encontrar nuevas soluciones a los problemas.
Podría, por ejemplo, desarrollarse nueva tecnología comercialmente viable basada en los descubrimientos de la investigación. O encontrarse modelos de negocios más eficientes utilizando conocimientos académicos.
Asimismo, el trabajo entre empresas y académicos puede allanar el camino para la financiación gubernamental.
4. Comprensión a profundidad
A pesar de que aún existen grandes diferencias entre el mundo empresarial y el académico (y, por supuesto, podría argumentarse que eso es algo bueno), existe un cambio radical en la forma en la que las universidades trabajan con las empresas.
De modo creciente, los académicos se centran en cómo su investigación puede contribuir a resolver problemas del mundo real. Para eso suelen requerir la participación de empresas y de organizaciones benéficas o del sector público.
Varias universidades también ofrecen ahora una gama de servicios específicamente orientados a las empresas.
Por lo tanto, es preciso hacer a un lado las nociones de libros polvorientos y torres de marfil. Es posible que muchos empresarios se sorprendan del incomparable apoyo que la investigación académica, y las universidades, puede prestarles a sus necesidades concretas.
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