En las últimas semanas se ha viralizado un meme bastante curioso, diferente en formato a los memes tradicionales. En lugar de una sola imagen, Lupe y Joakin está conformado por una serie de más de 45 imágenes, configurando una conversación entre dos peluches de primates: Lupe, una orangután, y Joakin, un mandril. Las imágenes son de calidad bajísima y los diálogos no respetan ninguna regla ortográfica, un estilo de humor surgido recientemente en foros de internet denominado shitposting, que puede llegar a ser altamente cómico por su contenido absurdo, pobre calidad y expresión mediocre.
En el meme, Lupe y Joakin discuten escandalizados los excesos de varios grupos de jóvenes que consumen ‘mariwanas’ y ‘kokainas’. La narrativa toma un giro inesperado cuando Lupe revela que ella misma se unió al ‘deskontrol’, y termina con una imagen frontal de Lupe sobre fondo psicodélico, donde clama “arriba las mariwuanas Joakin”. El meme de Lupe y Joakin se ha popularizado tanto que Ikea lanzó un reto en Twitter para regalar 5 peluches de Lupe (cuyo verdadero nombre es DJUNGEKSKOG) a quien hiciera el mejor meme. El éxito fue tal, que Ikea aumentó el número de premios a 10, pues el tweet original acumuló más de 16 mil likes.
Resulta que la receta para hacer un meme narrativo viral como el de Lupe y Joakin aparece nada más y nada menos que en una obra de más de 2000 años de antigüedad: la Poética de Aristóteles, donde se explica por qué nos entretenemos al asistir al teatro y se estudia la estructura de la tragedia griega. Dice Aristóteles que los seres humanos somos miméticos por naturaleza, es decir, nos atraen las imitaciones o representaciones de la realidad, y por eso nos fascinan las historias. Para Aristóteles, la mímesis es literalmente placentera, y ¿qué hay más placentero que reírse de un meme? Por eso dice el filósofo que lo más importante de la narración es el mythos, es decir, la trama o fábula. Los autores del meme de Lupe y Joakin le dieron al tino: un meme configurado como un mythos despierta el placer mimético. Podríamos bautizar este formato de meme como ‘mito-meme’.
Además, dice Aristóteles que el mythos más perfecto es aquel que involucra una anagnórisis y una peripeteia que suceden simultáneamente. La anagnórisis no es más que la palabra griega para reconocimiento, el momento en que un personaje descubre la identidad real de otro. Por otro lado, peripeteia significa peripecia, o más simplemente, revés dramático, el momento en que la trama de la narración cambia de dirección. Aunque suene descabellado, estos dos elementos están presentes en el mito-meme de Lupe y Joakin. Ambos momentos llegan al final de la narrativa: cuando Lupe revela su participación en los rituales psicotrópicos de los jóvenes, Joakin experimenta una anagnórisis al reconocer que Lupe no era quien él pensaba, y la trama del meme cambia completamente de dirección en una peripeteia perfecta cuando la conversación crítica sobre los excesos juveniles se torna en una celebración de los mismos. Un mythos perfecto, diría Aristóteles.
Confieso que lo anterior no fue más que un ejercicio lúdico de crítica literario-filosófica. Hay incluso quien ha interpretado el meme de Lupe y Joakin a partir del “Viaje del Héroe”, una estructura común a todos los mitos postulada por Joseph Campbell. Pero si Aristóteles viviera en este siglo, sin duda le hubiera interesado explicar el fenómeno de los memes, esa manifestación de lo cómico en nuestra sociedad. No por nada escribió la Poética, un tratado donde explica el placer que obtenemos del teatro. La segunda parte de la obra estaba dedicada a la comedia, pero está perdida y sólo conservamos el libro dedicado a la tragedia. Seguramente contenía intuiciones valiosas para cualquier standupero.
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