Hoy la relación altos precios y conocimiento empieza a difuminarse. Si bien no es lo mismo graduarse de Harvard que graduarse de una no-Harvard, cada vez encontramos con que dicha conexión va perdiendo fuerza.
La adquisición de conocimiento es un hábito el cual cualquier persona con mínima estabilidad económica decide practicar o ignorar; y, hoy más que nunca esa decisión está en las manos de los ciudadanos promedio. Quisiera proponer una escalera progresiva respecto del desarrollo de los hábitos intelectuales; así como una dieta o el ejercicio físico, el ejercicio mental requiere de posibilidad, voluntad, entrenamiento y seguimiento.
- Poder: es necesario contar con una estabilidad económica mínima para pensar en posibilidades. Desgraciadamente, en nuestro país, según las cifras de CONEVAL 2018, casi 10 millones de mexicanos viven en pobreza extrema, condición que los incapacita para el siguiente paso: querer.
- Querer es el segundo paso hacia la persecución de cualquier hábito deseado; en este caso, la persona tiene que estar convencida de querer adquirir hábitos intelectuales. La decisión de alimentar su hambre de conocimiento y desarrollarse a través de distintos medios de formación es algo que forzosamente viene del interior de la persona. Ni los padres, ni los profesores podrían hacer que alguien quiera conocer. La búsqueda del conocimiento es un hambre personal.
- Buscar: vivimos en un momento de la historia donde es fácilmente asequible hacerse de buenas lecturas, consultar enormes fuentes de información y nutrirse de las mejores cátedras. Si se ha decidido tener una actitud crítica hacía la información y el conocimiento, cualquiera encontrará fuentes y sitios que fomenten dicha actitud.
- Rodearse de un ambiente que busque lo mismo. Tu entorno influye en gran medida en el contenido de tu mente. Siempre digo a mis alumnos al cerrar el semestre: nunca se conformen con conversaciones vacías y mediocres. Encuentren personas que busquen una visión de la vida significativa, reflexiva y profunda, no es una hazaña imposible (menos hoy en día donde dichas conexiones pueden lograrse a larga distancia). Comunidades mexicanas como @prometeomty, @politicadeapie, @nousupmx, @sto.tans, @hapaxinstitute, @retor.mx, etc., proveen espacios de reflexión y oportunidades para crear comunidades llenas de personas dispuestas a dialogar y enriquecerse mutuamente. Para un club de lectura se necesita muy poca cosa, tener la iniciativa es el primer paso.
- Entrenar: para poder adaptarse a un ambiente intelectual hay que adquirir pensamiento crítico, afinar la argumentación, ampliar nuestro vocabulario y cultura general, ejercitarte en debate, etc.
Si estás leyendo esto, tu única excusa para ser ignorante hoy en día es querer serlo. Nos ha tocado un entorno de mucha responsabilidad: hoy en día la ignorancia es decisión propia. Por supuesto que con el enorme acceso a la información se corre un nuevo riesgo latente: la información falsa, aka las fake news. Sin embargo, afinar la brújula intelectual es como afinar el paladar, pruebas una buena argumentación y te rodeas de gente con conversaciones de buen tono
Tener acceso a tantas rutinas de ejercicio casero, vuelve la ausencia de ejercicio una decisión propia. Tener en cuestión de segundo recetas sencillas saludables hace también de la mala alimentación una elección. Lo mismo con los hábitos intelectuales: hoy más que nunca pensar- y pensar bien- están al alcance de la mano.
Déjanos saber lo que pensaste acerca de este post
Pon tu comentario abajo.