Hace algunos años, México vivía un momento de aparente impulso. Las cifras de crecimiento animaban discursos optimistas, se firmaban tratados comerciales, y se hablaba del país como un terreno fértil para invertir.
Muchas personas pensaban que la estabilidad macroeconómica bastaría para que todo continuara por este buen curso. Sin embargo, con el paso del tiempo, esa promesa no se ha traducido para todos en un bienestar cotidiano.
El escenario cambió. Pandemias, crisis logísticas, inflación global y otras tensiones geopolíticas alteraron esta visión. Aunque el país ha logrado mantenerse de pie, las brechas en empleo, productividad y acceso a oportunidades siguen latentes.
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Frente a eso, la gran pregunta ya no es solo cómo crecer, sino cómo participar en la construcción de una economía más sólida, dinámica y resiliente. Es aquí donde nuevas generaciones están comenzando a dejar su huella.
¿Qué nos depara el futuro de la economía de México y cuál es el rol de los jóvenes? A continuación, intentaremos responder con algunas aproximaciones:
Aspiraciones y realidades laborales
Al imaginar el porvenir, muchas personas visualizan empleos estables, con prestaciones y salarios justos. No obstante, la realidad laboral todavía presenta desafíos significativos.
Según un estudio, más del 70% de los encuestados entre 18 y 29 años consideran que la falta de oportunidades laborales y los bajos ingresos son los principales obstáculos a los que deben hacer frente.
Esta percepción se ve respaldada por datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que indican que cerca del 50% de los jóvenes trabajadores reciben una remuneración máxima de poco más de 5,000 pesos mensuales. Esta cifra dista mucho de las expectativas de una vida estable y próspera.
La paradoja del talento
A pesar de la percepción de escasez de empleos, muchas empresas enfrentan dificultades para cubrir vacantes al no encontrar talento adecuado y perfiles específicos.
Esta situación se debe, en parte, a que las habilidades requeridas por el mercado laboral evolucionan rápidamente, mientras que los programas formativos no se actualizan al mismo ritmo.
Carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) están en aumento a causa de los rápidos avances tecnológicos. Sin embargo, la educación superior en estas áreas aún es insuficiente.
Actualmente, México cuenta con 31 millones de jóvenes entre 15 y 29 años, pero esa cifra disminuirá mientras la población de mayores de 60 años sigue creciendo. Este cambio demográfico subraya la necesidad urgente de que formemos profesionales especializados.
Emprendimiento y sociedad
Ante las dificultades del mercado laboral tradicional, muchas personas optan por emprender, buscar la independencia financiera y generar un impacto positivo en la comunidad.
Iniciativas en sectores como la tecnología, la economía circular y los servicios digitales están ganando terreno, lo que confirma que es factible crear modelos de negocio sostenibles y socialmente responsables.
Además, existen programas que ofrecen capacitación laboral a mexicanos de 18 a 29 años en diversas áreas de trabajo.
Hacia una nueva resiliencia
El futuro económico de México depende en gran medida de la capacidad de adaptarnos a los cambios y de integrar a todos los sectores de la sociedad en el desarrollo.
Es fundamental fortalecer la educación y la formación en habilidades demandadas por el mercado, así como promover políticas públicas que fomenten la inclusión laboral y la promoción de oportunidades.
La colaboración entre el sector público, privado y la sociedad civil es clave para consolidar una economía más sostenible. Invertir en educación, salud y tecnología no solo mejorará la calidad de vida, sino que también impulsará la productividad y la competitividad del país.
Aunque los desafíos son significativos, también lo son las posibilidades. México cuenta con una población joven, creativa y resiliente que, con el apoyo adecuado, puede liderar el camino hacia un futuro más prometedor.
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Es momento de que reconozcamos el potencial de las nuevas generaciones y de que trabajemos juntos para construir un país donde la prosperidad pueda convertirse en una realidad.
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