Probablemente has escuchado hablar de adoptar una posición “de izquierda” o “de derecha” como dos posturas contrapuestas dentro de un contexto sociopolítico, pero muchas veces estos términos son mencionados a la ligera y con desconocimiento sobre cómo comenzaron a usarse, así como su aplicación en la actualidad.
Si este es tu caso, no te preocupes, hoy vamos a aclararte de qué se trata todo este asunto partiendo del origen de los conceptos de izquierda y derecha en política:
A la izquierda o derecha del rey
En el reinado de Luis XVI de Francia en el año 1789 hay una horrible crisis económica; los campesinos, artesanos y mercaderes, a quienes ya no les alcanza ni para comer, pagan impuestos, mientras que los aristócratas no lo hacen pese a sus riquezas.
Los filósofos y activistas de la época exigen entonces una asamblea nacional para modificar el sistema gubernamental que se venía perpetuando y que otorgaba la posición de monarca bajo la idea de un derecho divino.
En dicha asamblea, se lleva a cabo una dinámica muy especial: el rey se sienta en medio, quienes lo apoyan se sientan a su derecha y quienes se oponen a él se sientan a su izquierda.
El asunto desemboca en la Revolución francesa, que fue un parteaguas en el ámbito social y tuvo repercusiones alrededor del globo. Por eso, la idea de clasificar las inclinaciones políticas en “izquierda” y “derecha” brincó a otros países europeos y de ahí a América latina y otras partes del mundo.
Cabe destacar que la división política entre estas perspectivas nunca ha sido estática y ha evolucionado con el tiempo, hasta abarcar una amplia gama de ideologías y enfoques políticos.
Los valores de la tradición
Se ha considerado que la posición de derecha busca la permanencia del orden que se ha ido suscitando en algún país, un progreso paulatino dentro de un orden social heredado, y sus valores primordiales son la jerarquía, el deber, la tradición, el libre mercado y el nacionalismo.
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Los valores del cambio
Mientras tanto, por lo general, la izquierda busca la transformación de las estructuras sociales y se vincula con valores como la igualdad, la rebeldía, el cuestionamiento, la regulación económica y el internacionalismo.
¿Son tan antagónicas?
Ambas coinciden en defender la libertad y la justicia, pero su concepto de ellas es diferente para ambas.
La libertad de expresión y de pensamiento son importantes. Pero, mientras que la derecha hace énfasis en la libertad de comercio y en otros derechos individuales, la izquierda piensa que esas libertades son ilusorias si en la práctica las personas no tienen recursos para ejercerlas.
¿Mirar al pasado o al futuro?
Una interpretación interesante apunta a que podría decirse que la derecha toma su inspiración del pasado, las cosas tal como son ahora deben conservarse porque son el fruto de lo que ocurrió antes.
Por otro lado, la izquierda obtiene su aspiración en el futuro; lo importante no es cómo somos sino cómo podríamos ser.
Lo curioso es que, tanto el pasado como el futuro, son ideales que no corresponden con los eventos recientes, el presente o los acontecimientos más próximos y hasta cierto punto predecibles.
Los peligros de los extremos
Los que defienden la tradición de forma extrema pueden caer en el pensamiento único, es decir, en creer que sólo los valores de su cultura son adecuados, mientras que los de los demás son erróneos y peligrosos.
Por su parte, la izquierda tiene probabilidad de encasillarse en un idealismo poco realista calificado de utópico, es decir, imposible; o al ser tantos los futuros posibles, puede caer en conflictos internos interminables sobre qué es lo más adecuado para un presente que todavía no llega.
Cuando ambas posturas se aplican de manera extrema en el poder no es raro que prevalezca el autoritarismo, buscando mediante la fuerza mantener los logros tan anhelados, aunque eso signifique cometer atrocidades.
Un falso dilema
Ciertos expertos consideran que las nociones de derecha e izquierda son simplistas porque no capturan la complejidad de las inclinaciones políticas y las ideologías en su totalidad. Estas etiquetas resultan insuficientes para describir la diversidad de opiniones y enfoques que existen en el ámbito político.
A medida que las sociedades se enfrentan a nuevos desafíos y cambios en la dinámica global, surgen nuevas divisiones y temas políticos.
Por ejemplo, en las últimas décadas, la globalización, la migración, la tecnología y la seguridad cibernética han generado debates políticos que a menudo no se ajustan estrictamente a las nociones tradicionales de derecha e izquierda, y han dado lugar a nuevas corrientes y alineaciones políticas.
Existe una diversidad de ideologías y enfoques políticos que no pueden ser fácilmente clasificados como de derecha o izquierda. Además, algunas posturas políticas son consideradas "centristas" al no identificarse plenamente con los extremos de la escala ideológica.
Como hemos visto, esta noción ambivalente nació en un momento específico en que tuvo que decidirse si perpetuar un modo de gobierno u optar por un cambio, pero hoy en día podría ser un falso dilema al haber múltiples dimensiones y matices que conforman el amplio espectro político, y es importante reconocer esta complejidad para una comprensión más completa y precisa del panorama político actual.
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