Del mal estar, al bien ser
Arq. Pablo Ricardo Gamboa Santamaría
Cuando hago memoria y recuerdo los años que pasé en el a escuela, recuerdo los momentos bueno y los no tan buenos. La escuela es un lugar de aprendizaje académico, pero también nos da lecciones no académicas, son esas lecciones que tienen que ver más con el carácter, el temple y la resolución de los problemas, en este texto intentare explicar el concepto de mal estar en la escuela y los síntomas que a menudo los acompañan. Intentaré sumar mi experiencia con lo visto durante los conversatorios.
De acuerdo a mi experiencia para empezar, es importante reconocer que el mal estar en la escuela puede manifestarse de muchas formas. Puede ser algo tan simple como el desinterés por las clases o tan complejo como la ansiedad y la depresión, cada estudiante es diferente y, por lo tanto, los síntomas pueden variar ampliamente.
Uno de los síntomas más comunes es la falta de motivación. Recuerdo que a mí me pasaba que en algunas materias simplemente no podía encontrar una razón para interesarme en lo que estaban aprendiendo. Esta falta de interés puede deberse a una variedad de factores, como problemas en casa, dificultades de aprendizaje no diagnosticadas o incluso unas materias que no se adapta a sus intereses y necesidades. Otro síntoma que he observado es la ansiedad, las pruebas, las tareas y la presión por las calificaciones pueden ser tremendas. En algunos casos, esta ansiedad puede llevar a problemas más serios como ataques de pánico o trastornos de ansiedad, los estudiantes que se sienten así a menudo tienen dificultades para concentrarse y participar activamente en clase.
Además, el mal estar escolar puede manifestarse en problemas de comportamiento, algunos estudiantes pueden volverse rebeldes como una forma de expresar su frustración o de llamar la atención que sienten que no reciben de manera positiva, otros pueden retraerse y aislarse, evitando la interacción social y participando lo menos posible. Es muy importante que tanto los padres como los profesores estén atentos a estos síntomas y trabajen juntos para intentar resolverlos.
La comunicación es fundamental, hablar con los estudiantes sobre sus preocupaciones y dificultades puede ayudar a identificar las causas del mal estar y demás, proporcionar recursos como asesorías, seguimiento personalizado y actividades extracurriculares puede ofrecer un apoyo extra. También creo en la importancia de adaptar el sistema educativo a las necesidades de los estudiantes como ya lo hace la preparatoria, esto incluye ofrecer un trato personalizado, métodos de enseñanza más dinámicos y el aprendizaje didáctico y divertido, y un entorno escolar que priorice la salud mental y el bienestar.
El mal estar en la escolaridad es una realidad que afecta a muchos estudiantes, pero no es insuperable, al estar atentos a los síntomas escolares y trabajar juntos para abordar sus causas podemos crear un entorno educativo más saludable y positivo. Nuestro objetivo debe ser apoyar a cada estudiante para que no solo sobreviva, sino que prospere en su experiencia escolar. Reconociendo y respondiendo a estos desafíos, podemos ayudar a construir una base sólida para el éxito académico y personal de todos los estudiantes.