La identidad de tu marca encapsula todos sus elementos visibles, incluidos su logotipo, estilo de diseño y paleta de colores. Todo lo cual se combina para que se distinga de la competencia ante los ojos de los consumidores. Al comunicarle tu marca al mundo, su identidad debe percibirse como auténtica y apelar a tu audiencia ideal de una manera que resulte bastante atractiva.
Las marcas con identidades fuertes expresan saber lo que son y precisamente por qué lo que ofrecen es de valor. Si deseas proyectar una marca que prospere dentro de los mercados ultra competitivos de la actualidad, debes ser capaz de crear una identidad que transmita una esencia original y, al mismo tiempo, de mantener la flexibilidad suficiente para evolucionar y crecer con tu negocio.
El proceso de elaborar la identidad de una marca desde cero a veces podría parecer algo poco claro. Aquí hay algunos consejos y trucos que te ayudarán a trabajar en esta etapa y darle forma a una identidad fuerte que alistará a tu negocio para el éxito.
Desarrolla una estrategia de marca
La identidad de tu marca será un activo vital en la implementación de tu estrategia general. Tu estrategia debe especificar con precisión lo que deseas lograr y cómo planeas llegar allí. Muchos elementos de tu estrategia de marca informarán tu identidad, incluida la personalidad de tu marca, sus valores principales y la propuesta a los clientes.
Domina los fundamentos de la identidad de marca
Una identidad de marca consiste en más que en una paleta de colores y un logotipo. Las identidades más fuertes se han conformado al haber utilizado un lenguaje visual detallado que se ha aplicado de manera consistente a cada elemento visible, desde el empaque del producto hasta la presentación del sitio web.
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En última instancia, tu identidad se personalizará de acuerdo con las necesidades de tu marca, pero debe incluir:
- Paleta de colores
- Logotipo
- Diseño web
- Tipografía
- Fotografía
- Iconografía
- Ilustración
- Elementos interactivos
- Video
No es suficiente sólo diseñar cada uno de estos elementos. También deben funcionar tanto para tu negocio como para tu audiencia, con la que deberás comprometerte y ésta sentirse entusiasmada al interactuar con tu negocio.
Tu identidad, entonces, debe contar con todos los siguientes rasgos.
1. Distinción
Tu marca debe ser capaz de captar la atención y destacarse de las marcas de la competencia.
2. Memorabilidad
Asegúrate de que tu marca aporte un impacto visual inmediato, que resuene con tu audiencia ideal.
3. Flexibilidad
Tu marca necesita poder evolucionar y crecer con tu negocio.
4. Cohesión
Procura que cada elemento individual complemente la identidad de tu marca como un todo.
5. Facilidad para aplicarse
Los diseñadores deben poder entender tu lenguaje visual y encontrarlo intuitivo de manera que pueda ser aplicado en una variedad de circunstancias.
La investigación es clave
Cada proyecto de marca debe estar impulsado por una comprensión detallada de la misma, del mercado, de la audiencia y de la competencia. Es posible elaborar un lenguaje visual potente que te ayudará a sobresalir de entre el ruido del mercado competitivo y darle forma a una identidad con la potencia requerida para asegurarte éxito a largo plazo.
Si desconoces con quién estás intentando comunicarte, es menos probable que crees una identidad que resuene. La comprensión de los deseos, valores y necesidades de tu audiencia ideal informará tus elecciones de diseño y te será útil para desarrollar una identidad más poderosa. También podrías considerar pensar en qué “arquetipo” de marca deseas representar por ahora.
La identidad de tu marca debe diferenciarte de la competencia y no podrás generar una identidad única sin haber investigado primero qué están haciendo los jugadores más eficaces dentro del mercado al que te orientas.
Después de haber identificado a tus principales competidores, es importante que analices sus fortalezas y debilidades, con el fin de que halles brechas en el mercado que puedas aprovechar a tu favor. Atiende detenidamente cómo es que tus competidores han elegido presentarse al observar cómo incorporan tendencias, elementos visuales comunes y temas específicos en esa industria.
Podría ser, por ejemplo, que descubras que todas las marcas de la competencia utilizan una misma paleta de colores. La comprensión de tu mercado puede ayudarte a decidir si emplear una paleta de colores completamente distinta te convertirá en un diferenciador significativo o si, más bien, existen razones convincentes para no desviarse de la fórmula establecida.
Dale forma a tu identidad
En este punto, tendrás mucha información de la que te podrás valer para crear conceptos visuales que reflejarán los valores y la personalidad de tu marca. Una vez que hayas trabajado en esto, es importante que desarrolles una guía de estilo de marca con que puedas darle el mejor provecho a tu identidad, al proporcionar pautas claras que diseñadores y miembros de tu equipo sigan con facilidad.
Recuerda, la identidad de tu marca debe constituir una base sólida sobre la cual puedas construir un proyecto y una propuesta más amplios, que te servirán para que tu negocio siga cosechando éxito a futuro.
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