Dirigir la organización empresarial es tomar decisiones todo el tiempo, pero cada una de ellas tiene implicaciones de gran trascendencia para la operación y éxito de la compañía. No es conveniente basarnos en intuición o experiencia, pues el entorno es altamente dinámico.
“El conocimiento es poder” y la investigación es el proceso idóneo para comprender el entorno empresarial y sus diversos movimientos. Las herramientas tecnológicas han sido cruciales para obtener datos, pero también debemos aprender a transformar la información en conocimiento.
Este artículo analiza cómo los fundamentos de la investigación aplicada en administración permiten diagnosticar la realidad organizacional y transformar procesos, estructuras, cultura y desempeño al articular herramientas de diagnóstico, indicadores clave (KPIs) y ciclos de mejora continua.
Fundamentos metodológicos en la investigación administrativa
La investigación científica descansa en un marco epistemológico que define qué tipo de conocimiento es válido y cómo se obtiene. En administración, esto implica diferenciar el conocimiento fundamentado de meras especulaciones.
En la práctica, los supuestos epistemológicos, en concordancia con el objeto o fenómeno que se desea conocer, definen la metodología de la investigación. Los dos principales enfoques epistémicos usados en administración son los siguientes:
- Positivista: se inclina por métodos cuantitativos (búsqueda de regularidades objetivas).
- Crítico o interpretativo: utiliza métodos cualitativos y mixtos.
A su vez, existen dos enfoques metodológicos generales:
- El teórico se centra en construir y probar teorías de modo racional y conceptual (análisis, síntesis y/o abstracción).
- El empírico se basa en la experiencia, la observación y la recolección de datos (experimentos, encuestas) para entender el fenómeno a estudiar.
Son complementarios porque mientras lo teórico explica, lo empírico verifica con los hechos, por lo que ambos son esenciales en la ciencia para validar o refutar hipótesis.

Enfoques de recolección y análisis de datos (cuantitativo, cualitativo y mixto)
La elección entre un método cuantitativo, cualitativo o mixto depende de la naturaleza del problema a investigar, de las preguntas que se buscan responder y del tipo de conocimiento que se espera construir.
Veamos los dos principales enfoques tomando en cuenta que el mixto es la combinación del método cuantitativo y el cualitativo:
- Método cuantitativo: recolecta datos a través de encuestas, estadísticas financieras, indicadores de proceso, entre otros instrumentos, y luego aplica el análisis estadístico para encontrar patrones, tendencias o correlaciones.
- Método cualitativo: explora percepciones y valores a través de entrevistas en profundidad, observación directa o grupos focales. Permite comprender la cultura empresarial, las motivaciones humanas y las dinámicas internas que se esconden entre los números.
Si el objetivo es medir variables, identificar patrones generales o evaluar el impacto de manera objetiva, se opta por un enfoque cuantitativo.
Si el interés está en comprender significados, percepciones, comportamientos o procesos organizativos en profundidad, el enfoque idóneo es el cualitativo.
Cuando el problema exige tanto explicar tendencias numéricas como entender sus causas subyacentes, el enfoque mixto resulta más pertinente, pues integra ambas perspectivas para ofrecer una comprensión más completa y aplicable a la gestión empresarial.
En muchas investigaciones de administración, se adopta un enfoque mixto. Por ejemplo, un diagnóstico organizacional exhaustivo puede usar encuestas cuantitativas de clima laboral para medir el nivel de satisfacción promedio, junto con entrevistas cualitativas para explorar cómo se sienten los empleados y por qué.
Los análisis cuantitativos explican tendencias en indicadores clave como la caída sostenida en ventas o el aumento de fallos en producción. Por su parte, los cualitativos explican las causas de fondo (resistencia al cambio, conflictos de comunicación, etc.).
Las metodologías utilizadas dependen del problema específico, pero comparten la meta de producir conocimiento aplicable para mejorar la organización desde la dirección estratégica.
Liderazgo organizacional: los aportes de la investigación
Investigación aplicada y toma de decisiones
La investigación aplicada en administración busca identificar alguna problemática y, una vez hecho el diagnóstico, proponer mejoras, herramientas, innovaciones o acciones para resolver el problema concreto.
Forma parte de la destreza directiva porque es la fuente estratégica indispensable para orientar la organización con datos en lugar de conjeturas. En otras palabras, en vez de tomar decisiones reactivas o intuitivas, gracias a ella los directivos fundamentan sus acciones con evidencia rigurosa.
Un estudio puede explicar cómo la adopción de una herramienta tecnológica innovadora afecta la cultura organizacional. A partir de los hallazgos, los directivos tienen elementos para anticipar problemas y justificar inversiones de mediano o largo plazo, por ejemplo, en capacitación para la adopción de tecnologías emergentes, actitud positiva ante el cambio y sobre revoluciones de paradigmas en el ámbito empresarial y personal.
Finalmente, no se deja de investigar, por el contrario, se inicia nuevamente el proceso en un ciclo que ayuda a minimizar riesgos y maximizar el retorno de la inversión (ROI).
De esta forma, cada proyecto de mejora genera KPIs y métricas que demuestran sus efectos.
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Diagnóstico organizacional, KPIs y mejora continua
La investigación aplicada se articula estrechamente con herramientas de diagnóstico organizacional y métricas de desempeño. El diagnóstico inicia con preguntas claras: ¿qué queremos resolver y por qué importa? A partir de ahí, los pasos esenciales son sistemáticos:
- Formular la pregunta de investigación (aterrizada a un problema organizacional concreto).
- Recolectar datos a través de encuestas, entrevistas, registros internos u otros instrumentos (deben justificarse con base en la naturaleza del problema).
- Limpiar y estructurar los datos para su análisis.
- Análisis estadístico y cualitativo para identificar patrones y causas.
- Seleccionar indicadores clave (KPIs) para monitorear avances y resultados.
Los KPIs empresariales cuantifican el logro de objetivos derivados del diagnóstico. Sin métricas bien definidas y adecuadas, no es posible evaluar el estado real de las cosas y saber qué hay que mejorar.
Ejemplos de KPIs pueden ser los siguientes tipos de indicadores:
- Financieros (ingresos vs. gastos, margen, ROI).
- De procesos (tiempo de ciclo, tasa de defectos).
- De talento (rotación, satisfacción laboral).
- Estratégicos (participación de mercado, innovación).
Con estos indicadores se puede crear un cuadro de mando que muestre en tiempo real qué está funcionando y qué no para hacer ajustes al momento o redirigir los recursos.
Una vez obtenidos los resultados, se implementa un plan de acción (por ejemplo, con la matriz 5W2H, para definir qué hacer, quién lo hace, en qué plazos y con qué recursos).
Paralelamente, las metodologías deben desarrollarse en ciclos iterativos cortos con retroalimentación constante. De este modo, la investigación científica no solo soluciona problemas puntuales, sino que cultiva una actitud institucional de mejora continua y adaptación proactiva.
La combinación de herramientas de diagnóstico (encuestas, entrevistas, análisis de datos), indicadores clave de desempeño (KPIs) y ciclos de mejora continua (Lean, Six Sigma, metodologías ágiles) garantiza que cada iniciativa se base en evidencia y produzca resultados medibles.
De este modo, la empresa se torna impulsada por datos, porque compite con base en conocimiento científico y no da “pasos en falso”, aun en condiciones de alta incertidumbre.
No obstante, esta es una guía teórica y que tenga el efecto deseado en la práctica exige de los directivos conocimientos y habilidades superiores de investigación que les permitan identificar problemas, saber cómo llevar a cabo el proceso de investigación sin sesgos, aprender a interpretar datos, estadísticas y métricas, así como idear soluciones pertinentes y eficaces con creatividad y resiliencia.
Todo ello conlleva estudio y práctica, por lo que, si se quiere perfeccionar el perfil directivo y mejorar la organización de una empresa, es aconsejable formarse de manera integral para ello.
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Referencias:
- Vega Osuna, L. A., Alvarado Altamirano, S., & Benítez Campaña, L. E. (2016). Las nuevas formas de organización y la empresa socialmente responsable, piezas fundamentales para el desarrollo de la innovación. TEACS, 8(18), 31–45. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6577499
- Malaver Rodríguez, F. (1999). La investigación en gestión empresarial. Academia. Revista Latinoamericana de Administración, 23, 62–77. https://www.redalyc.org/pdf/716/71602306.pdf
- Morón Molina, G. (2014). La organización como clave del éxito empresarial. [Tesis de maestría] Universidad Internacional de la Rioja. https://reunir.unir.net/bitstream/handle/123456789/2336/Gemma_Moron_Molina_B.pdf
- García Dihigo, J. (2016). Metodología de la investigación para administradores (1.ª ed.). Ediciones de la U. https://gc.scalahed.com/recursos/files/r161r/w25433w/S4_2.pdf










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