¿Qué ha motivado el deseo de introducir iniciativas responsables de investigación en la gestión empresarial? Dicha tendencia proviene de una crisis de credibilidad en la investigación actual. Esta crisis tiene dos partes. La primera es un problema de integridad. La credibilidad del conocimiento publicado en revistas está en duda.
La segunda es un problema de relevancia, el cual ha constituido una de las principales críticas a la investigación en las escuelas de negocios durante más de dos décadas. Las dos están conectadas: sin la garantía de resultados creíbles, la relevancia se nulifica.
Problema de integridad
Cabe hacer patente que la integridad de la investigación profesional está bajo asedio. Desafortunadamente, durante algunos años las prácticas estándar en este ámbito han manejado un sesgo en torno a hallazgos exagerados que a menudo resultan ser, esencialmente, casualidades.
Debido a que las revistas favorecen más a los hallazgos positivos que a las réplicas, los errores se publican de forma regular y no se eliminan.
Un estudio más reciente de Open Science Collaboration, cuyo objetivo era reproducir resultados, informó que la mayoría de éstos no pudieron replicarse. Otros investigadores, sin embargo, afirmaron que las replicaciones en sí tenían fallas.
A la luz de la controversia, el público tiene motivos para cuestionar la credibilidad de las publicaciones. Estos problemas son especialmente perniciosos en campos donde la práctica es guiada por la ciencia y conlleva implicaciones de vida o muerte, como en la medicina.
No obstante, la investigación en las escuelas de negocios tampoco ha escapado la crítica ante estas tendencias generales. Los académicos han documentado la prevalencia de prácticas cuestionables y han descubierto que no puede confiarse plenamente en las conclusiones de muchos trabajos publicados.
Al igual que en la medicina, las prácticas empresariales que se han basado en resultados de mala investigación pueden hacer más daño de lo que podrían ser beneficiosos.
Problema de relevancia
Las universidades tienen la misión de brindarles a sus estudiantes una educación cuya base sea la investigación. Las escuelas de derecho, medicina, trabajo social, ingeniería, educación y demás escuelas profesionales se actualizan por medio de la investigación en las ciencias naturales y sociales, tanto como contribuyen a ella.
Las escuelas de negocios son distintas en este sentido, dado que su enfoque y sus recursos son más amplios y difusos.
Innumerables personas inician negocios sin una formación especializada. “Negocio” puede significar cualquier cosa, desde una pequeña tienda minorista hasta una corporación multinacional. Por tanto, la gama de ideas que pueden investigarse y enseñarse en las escuelas de negocios es igualmente amplia.
Los egresados de escuela de negocios pueden trabajar en empresas establecidas, iniciar su propia empresa, trabajar en finanzas, consultoría u otros dominios, incluidos los servicios públicos y los sectores sin fines de lucro. Así, la cuestión de la "relevancia" de la investigación empresarial es un enigma.
En un inicio, los académicos consideraban la investigación en las escuelas de negocios como demasiado aplicada en su orientación, por lo que las escuelas eran vistas, ante todo, como centros de formación profesional.
Posteriormente, la preocupación por el rigor ha superado la cuestión de la relevancia. Se anima a los académicos a dirigir su trabajo a las revistas más prestigiosas, especialmente a aquellas revisadas por pares.
Además, la mayoría de investigadores en temas de gestión empresarial no dependen de subvenciones vinculadas al impacto social. Esto implica un énfasis exagerado en las métricas basadas en citas como el estándar ideal de calidad dentro de la investigación.
Los libros, capítulos e informes, que no se adaptan a estas métricas, suelen devaluarse en comparación con los artículos de revistas de categoría A. El énfasis en métricas basadas en citas y en publicaciones prestigiosas refuerzan un enfoque exclusivo en la audiencia académica.
Estos artículos, muchas veces, les resultan inaccesibles a gestores y líderes empresariales y su contenido es demasiado oscuro como para ponerlo en práctica.
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Es preciso recuperar la relevancia práctica de la investigación sobre gestión empresarial y demás temas de negocios. Sin aplicación, pareciera que su propósito original es relegado a la deriva, pero tiene el potencial de servir como fuente capaz de informar soluciones urgentes y ofrecer prácticas prósperas.
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