La corrupción se define como el abuso del poder encauzado hacia el beneficio privado.
La corrupción erosiona la confianza, debilita la democracia, obstaculiza el desarrollo económico y exacerba aún más la desigualdad, la pobreza, la división social y la crisis ambiental.
Exponer los fenómenos de corrupción y responsabilizar a los individuos o instituciones corruptas sólo puede suceder cuando se entiende cómo funciona la corrupción y los sistemas que la habilitan.
Conceptos básicos
La corrupción puede adquirir muchas formas e incluye actividades como:
- Funcionarios públicos que exigen o reciben dinero o favores a cambio de servicios.
- Agentes políticos que hacen mal uso del gasto público o que otorgan empleos o contratos públicos a patrocinadores, amigos y familiares.
- Corporaciones que sobornan a funcionarios para concretar acuerdos lucrativos.
La corrupción puede acontecer en cualquier lugar: en empresas, en el gobierno, en tribunales, en medios de comunicación y en la sociedad civil, así como dentro de todos los sectores, desde en salud y en educación hasta en infraestructura e incluso en deportes.
La corrupción puede involucrar a cualquier persona: políticos, funcionarios gubernamentales, servidores públicos, empresarios o miembros de la ciudadanía.
La corrupción tiene lugar de manera clandestina, a menudo con ayuda de facilitadores profesionales como banqueros, abogados, contadores y agentes inmobiliarios, sistemas financieros opacos y empresas fantasma: éstos permiten que la corrupción florezca y que los beneficiados puedan blanquear y ocultar su riqueza.
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La corrupción se adapta a diferentes contextos y circunstancias cambiantes. Puede evolucionar en respuesta a cambios en regulaciones, en la legislación e incluso en el ámbito tecnológico.
Costos de la corrupción
- Costos políticos
La libertad general y el estado de derecho.
- Costos sociales
La participación individual y también la confianza general en el gobierno.
- Costos ambientales
La oportunidad para contribuir a un medio ambiente saludable y a un futuro sostenible.
- Costos económicos
La oportunidad de construir y acrecentar la riqueza en un ámbito de justicia y condiciones equitativas.
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Para luchar contra la corrupción, es preciso adoptar la transparencia
La transparencia implica responder a: quién, por qué, qué, cómo y cuánto. Significa arrojar luz sobre reglas, planes, procesos y acciones formales e informales. La transparencia nos ayuda a nosotros, la ciudadanía, a contar con el poder para hacer rendir cuentas en aras del bien común.
Buscar y obtener información es un derecho humano que salvaguarda contra la corrupción y aumenta la confianza en líderes e instituciones públicas. Sin embargo, la transparencia no sólo se basa en información disponible, sino que debe garantizar que los ciudadanos puedan acceder a ella, comprenderla y utilizarla fácilmente.
Pero la transparencia es tan sólo un primer paso para frenar la corrupción. La corrupción sólo podrá controlarse cuando los representantes del gobierno, las empresas y la sociedad civil trabajen de manera conjunta por el bien común.
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