Aunque algunas de las ventajas más evidentes de estudiar en una preparatoria para hombres sean que existen menos distracciones o que los alumnos se sienten más cómodos siendo ellos mismos, no se limitan a éstas.
Muchos jóvenes interesados en ingresar a una preparatoria a la que sólo asisten estudiantes de su género no saben muy bien cómo podría ser la experiencia de estudiar ahí. Bueno, aquí compartimos por qué hacerlo es un excelente camino a seguir.
El ambiente de compañerismo que se vive en una preparatoria para hombres es palpable. A pesar de las diferencias que pueda haber entre los alumnos, la cultura de confianza promueve la unidad entre ellos.
Los jóvenes forjan relaciones fraternales mientras viven experiencias que les sirven para crecer como personas y futuros profesionales. Es común que se brinden apoyo entre sí o celebren mutuamente sus logros.
-
Más libertad de descubrir intereses
En las preparatorias mixtas se estigmatiza que los hombres cultiven ciertas actitudes o incluso practiquen ciertas actividades.
Por contraste, muchas preparatorias diferenciadas se esfuerzan por fomentar ambientes cómodos donde los estudiantes se sienten libres de descubrir sus talentos en áreas menospreciadas en otras escuelas.
Los estudiantes con experiencia alientan a los demás a dar saltos de fe y probar cosas nuevas. ¿Por qué? Porque uno nunca sabe cuándo puede descubrir algo que le apasiona.
El entorno de apoyo, desarrollo colaborativo y sana competitividad hace que se vuelva más cómodo para los alumnos entusiasmarse en la búsqueda de descubrir su verdadero carácter.
-
Estilo especializado de enseñanza
Dado que todo el cuerpo estudiantil es del mismo género una preparatoria para hombres adapta el estilo de enseñanza para ellos en particular, pero también da cabida a la asesoría personalizada gracias al reducido número de alumnos.
Cada salón de clases es un “aula activa”, lo que implica que los estudiantes están constantemente involucrados a través de varios métodos empleados por los profesores.
Los alumnos forman relaciones sólidas basadas en la confianza y el respeto por sus maestros. El resultado es un mayor nivel de rendimiento en el colegio.
-
Competencia amistosa y colaboración
En términos generales, los varones son competitivos por naturaleza. Se esfuerzan por poner a prueba sus espíritus ambiciosos en el entorno escolar y se preparan para sacar lo mejor de sí en múltiples actividades.
Ahora, la competencia va de la mano con la colaboración. Por eso, a menudo, los jóvenes trabajan en conjunto como clase o en pequeños grupos en una variedad de proyectos de distintas disciplinas académicas o de actividades extracurriculares.
A lo largo de este proceso, los estudiantes aprenden cómo colaborar con diferentes personalidades y los roles que pueden adoptar mejor cuando trabajan en entornos grupales.
Al adquirir esta confianza en sí mismos, a la par desarrollan habilidades de liderazgo imprescindibles para su futuro.
Contenido relacionado: ¿Influye la prepa para hombres en el éxito de tu hijo?
-
Formación en valores y sentido ético
Una de las lecciones más importantes que los alumnos aprenden ahí es que la dureza y la ausencia de emociones no son características que los jóvenes deben mostrar en todo momento sólo por ser hombres.
La empatía, la compasión, la generosidad y la sensibilidad también son rasgos y valores masculinos y además son determinantes para que puedan contribuir a la construcción de un futuro prometedor para ellos mismos y para el resto de nuestra sociedad.
Contenido relacionado: 4 valores escolares que debe tener una buena preparatoria
La Preparatoria Panamericana es una institución educativa que tiene más de 50 años de experiencia formando a estudiantes líderes, con una formación ética e integral y sobresalientes en distintas áreas y actividades. Conoce nuestra oferta académica, agenda una cita con nosotros:
También podría interesarte: