Los administradores públicos se encargan de revisar la formulación, el desarrollo, la adopción, la implementación y la evaluación de políticas públicas.
No obstante, su administración no se limita a líderes gubernamentales. En la mayoría de los casos, la ciudadanía de naciones democráticas tiene la capacidad de influir en las decisiones políticas al participar en votaciones públicas, promover causas específicas o hacer solicitudes a representantes gubernamentales.
Cuando surge un problema de política pública versus uno de administración pública, los administradores deben determinar si es viable alguna opción alternativa.
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Además de desarrollar políticas públicas, los administradores públicos también supervisan su aplicación en las comunidades que afectan. Por lo general, consiguen esto utilizando una metodología que conlleva una serie de pasos.
Por ejemplo, cuando el gobierno federal implementa una política, es responsable de garantizar que los administradores estatales entiendan el objetivo de la misma y los medios para lograrlo. El mismo procedimiento ocurre con los gobiernos estatales y locales.
Sin embargo, los gobiernos estatales pueden instituir algunas políticas que se desvíen de las federales, mientras que los gobiernos locales tienen menos autonomía y no pueden distanciarse demasiado de la política estatal o federal.
Pasos básicos para crear políticas públicas
Aunque ningún método establecido puede asegurar la aplicación de políticas efectivas, los administradores públicos se guían por ciertas medidas para lograrlo.
El propósito de cada paso es ayudar a los legisladores a garantizar que las políticas propuestas resuelvan de manera rentable un problema público y tengan un efecto positivo (o justificable) en la población. Estos pasos son los siguientes:
- Identificar un problema social.
- Recopilar evidencia empírica que confirme la existencia del problema.
- Investigar las causas del problema.
- Determinar cómo la política actual contribuye a la solución del problema.
- Desarrollar soluciones basadas en los hallazgos.
- Analizar las opciones y elegir la mejor solución.
- Evaluar si los costos y beneficios de implementar tal solución son razonables.
Después de seguir estos pasos, los administradores públicos deben considerar factores externos políticos, sociales y económicos que puedan afectar el éxito de las políticas. Si estiman que funcionarán, deben iniciar el proceso para implementarlas.
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Habilidades básicas para crear políticas públicas
Quienes aspiran a ser servidores públicos deben preguntarse qué competencias profesionales pueden perfeccionar para mejorar su capacidad de administrar eficazmente las políticas públicas. Las siguientes habilidades son esenciales para su aplicación efectiva:
- Comunicación. Deben aprovechar diversas formas de comunicación para transmitirles sus ideas a las personas con quienes trabajan con el fin de formular políticas; asimismo, a los ciudadanos a quienes afectarán estas decisiones.
Por lo tanto, los administradores públicos deben comprender cómo articular claramente sus pensamientos.
- Pensamiento estratégico. Guiar decisiones políticas requiere de una perspectiva amplia que tenga en cuenta las necesidades de todo interesado.
Los servidores capaces de pensar estratégicamente orientan las políticas en una dirección que -aunque no pueda abordar las preocupaciones de todos- avanzará la solución de problemas sociales urgentes.
- Liderazgo. Las habilidades de liderazgo son esenciales para ganar la confianza de la parte representada, así como la de los colegas. Las comunidades, en general, manifiestan mayor aprobación de las decisiones políticas de quienes muestran capacidad de liderar.
Cualquier política pública efectiva limita la inequidad y aumenta la calidad de vida de la ciudadanía. Tanto el seguimiento de los pasos aludidos como esta serie de habilidades básicas propicia la eficacia y la satisfacción de los beneficiados en el proceso de aplicación de políticas públicas.
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