Existen dos tipos principales de pobreza: la pobreza absoluta, que se refiere a los ingresos insuficientes para cubrir las necesidades vitales, como alimentos, renta y ropa; y la pobreza relativa, que se refiere a los ingresos significativamente inferiores de algunas personas en comparación con los del promedio de la sociedad.
Algunas políticas públicas, como, por ejemplo, las que promueven el crecimiento económico, podrían ser efectivas al reducir la pobreza absoluta, pero no así la relativa.
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Políticas públicas enfocadas en reducir la pobreza
1. Crecimiento económico sostenido
Al promover el crecimiento económico aumenta el ingreso total de la sociedad, lo que genera más empleos e ingresos que podrían ser redistribuidos.
Sin embargo, no necesariamente los ingresos y la riqueza llegarán a los más pobres. Existe la preocupación de que el crecimiento económico puede aumentar la pobreza relativa ya que beneficia más a la clase alta y a las personas mejor calificadas que a la clase baja.
2. Reducir el desempleo
El desempleo es una de las principales causas de la pobreza, pues las personas desempleadas reciben escasos ingresos y dependen de los programas de beneficio.
El desempleo puede reducirse mediante políticas que benefician tanto a empleadores como a posibles empleados, como a través de programas gratuitos de capacitación.
La pobreza y el desempleo son a menudo problemas geográficos, y ciertas áreas experimentan niveles más altos de pobreza. Las políticas para combatir la pobreza localizada podrían incluir subsidios gubernamentales para que las empresas se establezcan en estas áreas.
Además, la construcción de una mejor infraestructura (transporte y comunicaciones) en estos lugares puede ser un estímulo económico y generar nuevos puestos de trabajo.
3. Impuestos progresivos
El aumento de los impuestos progresivos, como la tasa máxima del impuesto sobre la renta del 40% al 50%, disminuye el ingreso de quienes ganan más dinero.
Esto permite hacer recortes en los impuestos regresivos y aumentar los programas de bienestar social, la cual podría ser una forma eficaz de reducir la pobreza relativa. No obstante, algunos economistas creen que esto podría desincentivar el trabajo de quienes pagaran impuestos progresivos.
4. Aumento de beneficios para los pobres
Los beneficios otorgados según el nivel de ingresos (de las personas favorecidas) les ofrecen un soporte económico a quienes más lo necesitan e implican menos gastos que los beneficios universales. Algunos de ellos son el crédito fiscal universal, los cupones de alimentos o las prestaciones por hijo a cargo.
Sin embargo, también podría conllevar ciertas desventajas, como una mayor estigmatización de la gente pobre y la desincentivación del trabajo en estas personas.
5. Salario mínimo nacional
El gobierno puede incrementar el salario mínimo nacional. Ésta es una forma eficaz de reducir la desigualdad salarial. Un concepto relacionado es el salario digno voluntario, un intento de alentar a las empresas a pagar salarios más altos.
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Un problema potencial de aumentarlo es que puede causar desempleo ya que algunas empresas serían incapaces de cubrir los sueldos de los trabajadores. (Y a mayor desempleo, mayor pobreza).
La evidencia empírica sugiere que es posible aumentar los salarios mínimos de manera significativa sin que la caída del empleo y precios más altos superen el beneficio del incremento en los salarios y la productividad laboral.
6. Beneficios en especie
Se trata de servicios públicos que se prestan gratuitamente en el punto de distribución (o son subvencionados), muchas veces implican educación y atención médica. La educación gratuita les permite a personas de bajos recursos adquirir habilidades y calificaciones con las que pueden generar mejores ingresos.
7. Renta básica universal (RBU)
La renta básica universal consiste en brindarle a cada ciudadano un beneficio semanal, independientemente de sus circunstancias o de su ingreso. La idea es garantizarles a todos un ingreso mínimo, sin desincentivar la pérdida de los beneficios (como ingreso) por trabajar más.
En resumidas cuentas, para reducir la pobreza, las políticas gubernamentales podrían incluir: programas de bienestar social, salarios mínimos oficiales, políticas de libre mercado que promuevan el crecimiento económico o suministro directo de bienes o servicios.
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