El poder adquisitivo mide el valor de los bienes que pueden adquirirse con la cantidad específica de una moneda o divisa. Su medida es relativa y se vuelve más relevante cuando se analizan los cambios a que está sujeto a lo largo del tiempo.
- Cambios de precios debido a la inflación y la deflación
La inflación es el enemigo número uno del poder adquisitivo en toda economía, pues lleva a los precios a aumentar progresivamente en la totalidad de sectores. Por ende, reduce de un modo efectivo el poder adquisitivo de los activos fijos, y dependiente de los niveles de ingresos.
La inflación no es inherentemente buena o mala, sino que constituye una realidad omnipresente que debe contrarrestarse por medio de aumentos salariales, tasas de interés y otros recursos expuestos a la inestabilidad de las circunstancias.
En los períodos de deflación, en que los precios bajan en una economía, el poder adquisitivo relativo teóricamente aumenta. Sin embargo, la deflación puede ser causada por dificultades económicas que pueden reducir, por sí mismas, tal poder adquisitivo.
- Salarios y empleo
Los niveles de empleo y el salario medio suelen tener un efecto tremendo en el poder adquisitivo. En conjunto, cuantas más personas estén empleadas y más dinero ganen, mayor será el fondo excedente que tendrán para gastar.
Los aspectos relacionados con el empleo afectan el poder adquisitivo total en lugar de provocar cambios relativos. El empleo no necesariamente fortalece a la moneda, sin embargo, pone más de ésta en manos de los consumidores, lo cual incrementa los ingresos tanto comerciales como fiscales.
- Consideraciones sobre el cambio de divisas
Los tipos de cambio fluctuantes afectan el poder adquisitivo en relación con otras divisas. Conforme la moneda de una nación se devalúa frente a otra, los bienes en el segundo país aumentarán de precio respecto a la moneda del primer país.
Este hecho en sí mismo no afecta por necesidad el poder adquisitivo en cuanto a compras nacionales, pero las empresas que dependen de proveedores en el segundo país normalmente experimentan un incremento dramático en los precios de los bienes importados.
Éstas pueden transferir entonces los costos más altos a los consumidores, lo que propicia la inflación y una disminución en el poder adquisitivo interno.
- Disponibilidad de crédito
La iniciativa de los bancos para prestarles dinero a los consumidores y las empresas afecta el poder adquisitivo total de la misma manera en que lo hacen los salarios y los altos niveles de empleo.
Con líneas de crédito disponibles, consumidores y empresas pueden gastar más de lo que realmente tienen. Esto le proporciona un impulso sostenido a su poder adquisitivo personal.
Los prestamistas aprovechan las ventajas de los acuerdos de crédito al obtener ingresos por intereses. Así, cuentan con más dinero para activar la economía, y esto, a su vez, se refleja positivamente en el PIB per cápita.
Cabe señalar que herramientas estadísticas, como las mediciones del IPC y del PIB, contribuyen a la identificación de las fluctuaciones en el poder adquisitivo y arrojan información que puede ser empleada para fomentarlo e incentivar el crecimiento económico.
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