Para explicar qué es la filosofía comenzaré con una metáfora; quisiera después contar una historia y, por último, ofrecer una definición.
Una metáfora filosófica
Cuenta Platón en su República que, estando unos hombres en una cueva profunda, sucedió —como ocurre a veces con algún trasnochado— que hubo uno al que se le ocurrió pensar qué habría afuera de la gruta en la que vivían. Mientras los demás trabajaban y hacían las cosas que se hacen para vivir, este loco cuestionaba si ése era el único de los mundos posibles o si había algo más allá, afuera de su entorno. El tipo pasaba por loco y en lugar de estar atento a lo que los demás hacían, miraba por el obscuro túnel deseando salir. Quería hacer el trayecto que, decían, no iba a ningún lado.
Y lo hizo: un día se fue caminando hacia allá, y su vida desde entonces cambió por completo. Encontró luz al final del túnel. Al principio esta lo cegó. Corrió a avisar a todos, pero nadie le creyó; les molestaba su falta de atención en las cosas del grupo. Pero él descubrió que afuera había una realidad más clara en la que las cosas se veían mejor y más a fondo; entonces, apartándose de la cueva, logró entrar al verdadero mundo, y decidió que convencería a los otros del valor de lo que había más allá.
Una historia filosófica
Quisiera hablar un segundo sobre algo que le pasó a una amiga mía. Sucedió un dramón entre familiares: se pelearon dos de sus hermanos y, por furia, acabaron matándose. ¿Por qué lo hicieron? Por increíble que parezca, la razón de ese pleito (ver quién tenía razón en una discusión sin importancia) es irrelevante. Pero el verdadero fondo del asunto, la causa real del pleito entre ellos, eran los celos que se tenían desde niños: cada uno decía ser el preferido de su papá.
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Acabaron matándose, y el mandón del pueblo —que no comprendió la causa del pleito— prohibió a todos que los enterraran en el cementerio. La pobre de mi amiga se debatía entre obedecer a la autoridad o enterrarlos a escondidas para que al menos descansaran en otra vida; no era que pensara que había un más allá, sino que sabía en su interior que los seres humanos perduran en la memoria de los pueblos. En el dilema, la hermana descubre que hay dos mandos: el de su comunidad y uno del más allá, que constituye la memoria humana y su sentido.
Esta historia me recuerda a otra, muy antigua: la Antígona de Sófocles, texto que aún nos dice mucho y que los filósofos estudiamos.
Una definición de filosofía
Esa historia y esa metáfora nos hablan sobre el concepto de filosofía: locura frente a las cosas cotidianas de la vida y, a la vez, un cierto saber revolucionario, pues llega al conocimiento de raíz. Vista desde su lado metafísico, la filosofía es el saber racional que busca las causas primeras de la realidad, ésas que no se ven pero que justifican u originan todo lo que aparece; su locura radica en sus pretensiones de cientificidad: argumenta, de manera sólida y con metodología precisa, que la verdadera realidad no es ni lo que vemos ni lo que hacemos, sino la ratio o logos que constituye a esas entidades. Una idea así puede verse en la Metafísica de Aristóteles (I-1).
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