Cómo lograr que tu hija adolescente tenga una comunicación abierta contigo

Es normal que cualquier padre trate de averiguar un tanto sobre la vida privada de sus hijas. Pero esto parece ser molesto para las adolescentes, pues a partir de la adolescencia las personas comienzan a valorar la privacidad. Además, las hijas en esta edad creen que los padres sólo pretenden espiarlas con el fin de corregirlas o reprenderlas. Así que puede ser difícil que una hija adolescente se abra contigo. 

En algunas ocasiones las hijas sólo responden “bien” a las preguntas de su padres por satisfacer sus expectativas de obtener una respuesta, la cual de hecho denota desconfianza y una cerrazón comunicativa. Los esfuerzos por conseguir que las adolescentes se abran pueden resultar inútiles en determinado momento.

Seguir a una hija en redes sociales, por otro lado, podría darte cierta idea de lo que está haciendo y con quién pasa el tiempo, pero eso nunca reemplazará conversaciones reales. 

Algo que muchos padres desconocen es que suele ser recomendable que no hostiguen a sus hijas adolescentes con demasiadas preguntas. Al permanecer en silencio en ciertos momentos críticos le estarás dando entender a tu hija que respetas su privacidad, y eso probablemente la hará confiar más en ti.

Puede ser que en cuestión de minutos, cuando ella más lo necesite, decida explicarte todo acerca de sus problemas en la escuela, de las relaciones con sus amigas, de sus nuevos intereses profesionales, etc. Si permaneces callada y realmente la escuchas, sin insistir o entrometerte, habrás dado un gran paso en ganarte su confianza.

Sé paciente y espera a que tu hija decida abrirse contigo

Muchas veces, puede ser en los momentos más inesperados que tu hija decidirá contarte muchos aspectos de su vida personal. Por ejemplo, suele ser en el automóvil que a las adolescentes les gusta comunicarse con sus padres, quizá tenga que ver con el ambiente casual de los autos, o que los conductores se encuentran parcialmente ocupados (y no serán tan insistentes).

La mayoría de las adolescentes tienden a pasar mucho tiempo en su habitación, y les incomoda mucho cuando alguien entra en su espacio y trata de sostener una conversación. Por lo que sólo necesitarás mantenerte paciente y estar allí dónde y cuando tu hija quiera abrirse y hablar. 

Claramente, ello será una decisión suya, no tuya. También será óptimo que te percates de que cuando tu hija quiera hablar, será mejor escucharla. No hagas muchas preguntas ni des tu opinión. Sólo escucha.

Los padres deben aprovechar el momento para comunicarse con sus hijas adolescentes. Una conversación espontánea en el automóvil o en casa a altas horas de la noche, en cualquier momento en que nadie tenga prisa, podría ser una de más cálidas y gratificantes. 

Para los padres, una de las claves de cultivar una buena comunicación con sus hijas es hallarse lo suficientemente cerca como para aprovechar estos momentos que surgen de manera espontánea.

Entonces, ¿cuándo es el mejor momento para que tu adolescente se abra contigo? La respuesta es: cuando ella quiera hacerlo. Y ello podría ocurrir cuando menos lo esperes.