Coronavirus y emociones

El COVID-19 nos ha afectado a todos por igual tanto positiva como negativamente, fue tan sorpresivo que no nos dio tiempo ni de parpadear; simple y sencillamente de un día a otro el confinamiento se volvió parte de nuestro día a día. Y ciertamente nadie estaba preparado para eso.

La pandemia puede ser vista desde dos ojos diferentes: el primero, el lado negativo, no poder socializar, no poder escuchar ni ser escuchados, la falta de tacto con otros seres humanos, olvidarnos de nuestras reuniones sociales, tener que tomar clases en línea, la ansiedad…y la lista sigue. El segundo, el lado positivo. ¿En realidad podemos ver el lado optimista en esto? Yo creo que de toda situación se puede ver el lado bueno. Lo que quiero decir es que gracias al confinamiento muchas de nosotras nos dimos cuenta de nuestra realidad y puede que suene contraintuitivo, pero, aunque estemos separadas físicamente, en lo interno estamos bastante unidas. Solo por mencionar algunos ejemplos, muchas hemos descubierto nuevos pasatiempos, nos hemos conocido más a nosotras mismas o a las personas con las que vivimos, hemos experimentado nuevos sentimientos y hemos encontrado nuevas formas de ver el mundo. Probablemente esta pandemia nos ha vuelto más humanas porque nos ha puesto a prueba y aunque ha dejado entrever nuestros lados más frágiles justo por eso nos ha hecho ver lo fuertes que podemos llegar a ser y que la adversidad es necesaria para seguir adelante.

Como persona y compañera, escribo este reporte para comunicar de cierta forma lo que todas hemos vivido y a la vez dar unos consejos que a mi me han servido. Primero que nada, estar en confinamiento no es fácil y puede que a muchas de nosotras nos genere sentimientos negativos, pero deben de saber que eso no es algo bueno o malo necesariamente. Simplemente es algo con lo que se trabaja.

No sabemos por cuanto tiempo vaya a estar la pandemia, pero lo que sí sabemos es de lo que somos capaces nosotras mismas. Hay que convertirnos en nuestras mejores aliadas, vivir el presente y ser optimistas. Aunque la tecnología no sea suficiente para satisfacer nuestras necesidades de socializar, hay que aprovecharla al máximo para mantenernos en contacto con nuestras amigas, familia y seres queridos. Solo ustedes son responsables de su actitud, así que mi sugerencia es que sea la mejor posible.