Las crisis económicas suelen involucrar algunos de estos rasgos o todos ellos: falta de crecimiento económico o recesión de la economía, altos niveles de desempleo, déficits estructurales a largo plazo, una ausencia de confianza generalizada en el sector financiero y el de consumo, y devaluación rápida de la moneda.
A continuación, describimos algunas de las diversas políticas económicas con las que puede hacerse frente a una crisis económica o frenar sus efectos:
Soluciones a la crisis económica
1. Políticas fiscales: El gobierno influye en la demanda a través de cambios en el gasto o los impuestos.- La inversión del gobierno en nueva infraestructura estimula la demanda y genera empleos.
- Se hacen recortes del impuesto sobre la renta: se aumenta la renta disponible de los trabajadores con el objetivo de animarlos a gastar.
- Se reducen las tasas de interés: se abaratan los préstamos; puede aumentar la renta disponible de las empresas y los hogares, lo que conlleva más gastos de su parte.
- Flexibilización cuantitativa: cuando un banco central crea dinero y compra bonos para reducir el rendimiento de éstos.
- Dinero helicóptero: cuando el banco central crea (imprime) dinero y se lo da a todos los actores involucrados en la economía.
- Políticas de libre mercado de la oferta: disminución de la intervención gubernamental en la economía; por ejemplo, impuestos más bajos.
- Políticas intervencionistas: gasto público en educación y formación profesional.
4. Rescate del FMI: el FMI aporta dinero para combatir la pérdida de confianza e implementar políticas de ajuste estructural; por ejemplo, mejor recaudación de impuestos, privatización, liberalización de precios.
5. Rescate gubernamental de industrias/bancos: Su propósito es evitar la pérdida de confianza en los sectores financieros.
Ejemplo: Marzo de 2020
En marzo de 2020, el coronavirus provocó un fuerte impacto en la demanda, lo que originó presiones recesivas. De esto se ha desprendido una caída en picada del precio del petróleo y una caída parcial de la bolsa.
Algunos sectores de la economía se han visto particularmente afectados: el turismo, el ocio, los conciertos y los eventos públicos. No se sabe si será un problema temporal o se convertirá en una recesión a gran escala. ¿Cuál podría ser la mejor respuesta a esta crisis? Éstas son algunas sugerencias:
- Recorte a tasas de interés: Los bancos centrales de algunos países han recortado las tasas de interés. Esto le proporciona cierto alivio a las empresas y a los propietarios de viviendas (hay costos hipotecarios más bajos). Sin embargo, es poco probable que estimule la demanda o marque una gran diferencia. En un ambiente complicado, las empresas no comenzarán a invertir gracias a un pequeño recorte a las tasas de interés. Muchos trabajadores en el sector de los eventos públicos no han notado el recorte. En esencia, un sentimiento negativo lo sobrepasa.
- Recorte al impuesto sobre la nómina: Propuesto por algunos ejecutivos, un recorte del impuesto sobre la nómina (ingresos) aumenta la renta disponible y, en teoría, podría fomentar el gasto. Sin embargo, un recorte al impuesto sobre la nómina no ayuda a los más afectados por la crisis. Los desempleados o los trabajadores autónomos perciben una caída en sus ingresos. Además, muchos propietarios de viviendas ahorran este recorte, debido a la poca confianza y la incertidumbre que predominan.
- Dinero helicóptero. Esto implica que un banco central genere dinero y conceda una cantidad fija a toda una población. Esto evitaría la verificación de recursos y significa que los más afectados obtendrían algunos ingresos. En circunstancias normales, imprimir dinero provoca inflación. Pero, en este momento, se ha presentado una mayor amenaza de presiones deflacionarias.
- Mayores prestaciones por desempleo/enfermedad: Se les conceden mayores beneficios a enfermos o desempleados, se facilita la solicitud de beneficios. Esto marca una gran diferencia para quienes se encuentran al margen de la economía. Les permite seguir gastando y pagar el alquiler. Esta medida no es del agrado de quienes creen que desincentiva el trabajo.
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- Política fiscal expansiva: Un mayor gasto en inversión pública puede reactivar la economía. Sin embargo, esta política incide con lentitud.
- Reducción del precio de alquiler/hipoteca: Otra opción está en obligar a los bancos a permitirles a aquellos con ingresos perdidos retrasar el pago de alquiler/hipoteca, o en que gobierno disminuya impuestos y tarifas. Esto podría marcar la diferencia entre la quiebra y la supervivencia de las empresas que se encontraran al límite posteriormente a la caída de la demanda.
Hasta cierto punto, no existen políticas que puedan evitar una caída de la demanda, cuando surgen crisis como la presente. Pero, el gobierno puede:
- Mitigar sus efectos para quienes se quedan sin ingresos: pago directo, reducción del precio de alquiler, deducción fiscal, etc.
- Evitar que la caída temporal se convierta en una recesión a mayor escala: en caso de que el sector privado recorte inversiones, tanto políticas monetarias como fiscales pueden contribuir a generar demanda adicional.
Políticas de oferta
Algunas crisis económicas surgen de problemas estructurales en la economía. Por ejemplo, pueden implicar:
- Corrupción y falta de recaudación fiscal suficiente
- Falta de competitividad (por ejemplo, aumento de costos salariales)
- Crecimiento deficiente de la productividad
- Bajos niveles de educación y de capacitación
En semejantes casos, los países podrían no sólo necesitar un aumento en la demanda agregada, sino también reformar la oferta en la economía para incentivar la competitividad. Por lo tanto, puede ser necesario aplicar políticas como:
- Educación y formación: se estimulan las habilidades laborales y la movilidad de la mano de obra.
- Reducir el poder de los sindicatos y los salarios mínimos con el objetivo de reducir costos laborales.
- Reducir la protección al mercado laboral (aumentan los costos laborales y las empresas son desalentadas para contratar trabajadores).
- Privatización y desregulación.
Devaluación
La devaluación es una política que reduce el valor de un tipo de cambio. Esto tiene la ventaja de:
- Reducir el costo de las exportaciones y mejorar la competitividad.
- Contribuir a impulsar la demanda de exportaciones y, por tanto, incrementar la demanda agregada y el crecimiento económico.
El inconveniente de la devaluación es que puede causar presiones inflacionarias. Pero si una economía está experimentando bajo crecimiento, la inflación no sería necesariamente problemática.
Existen más tipos de políticas para combatir crisis económicas, que también pueden adaptarse a la naturaleza de la crisis. Las anteriores son ejemplos de algunas que se han tomado (o podrían tomarse) para hacer frente a la recesión surgida como consecuencia de la pandemia actual.
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