¿Te gustaría ser una persona más generosa a partir de ahora? No hay mejor momento que la juventud para empezar a poner en práctica las virtudes y actitudes que queremos ejercitar a lo largo de nuestra vida adulta. En este artículo encontrarás doce consejos para practicar mejor la generosidad desde la juventud.
No todo acto de generosidad implica dinero o bienes materiales, como muchos creen, y, cabe decir, que puede estar presente en casi toda faceta de la vida.
Las personas generosas hacen del mundo un lugar mejor porque sus acciones “se contagian”. ¡En ocasiones quienes la reciben, deciden reproducirla! Se desencadena así un efecto positivo en cadena.
Éstos son algunos consejos para que puedas aprender a ser más generosa y aplicar la virtud de la generosidad en tu entorno cotidiano:
1. Comparte o regala algo que tenga significado para ti
¿Cuál es la mejor manera de mostrar generosidad a los demás? Regala algo que realmente tenga significado para ti. No sólo dones cosas que no valores, sino también algo de lo que aprendas a desapegarte, aunque te cueste trabajo. Esto puede ser: tu tiempo, tu conocimiento, una mano amiga, objetos, dinero
2. No esperes nada a cambio: atención o recompensa alguna
La generosidad consiste en sacrificar algo por otra persona. Esto quiere decir que no se busca obtener nada a cambio. Al menos, tu vanidad no obtendrá nada a cambio, lo cual está bien. Sé consciente de ello.
3. No te preguntes cómo usarán tu obsequio
“Haz el bien sin mirar a quién”. No consideres cómo usarán tu obsequio: simplemente dalo y déjalo ir. Dar de verdad significa que es tarea de la otra persona decidir por sí misma qué hacer con lo recibido. Lo que no debes hacer en absoluto es recordarle a alguien lo que le diste.
4. Vive con la creencia de que hay más que suficiente para todos
De esta manera tendrás una mentalidad de abundancia, necesaria para poder dar de todo corazón.
5. Aprovecha la oportunidad de dar algo
Piensa en ello como una oportunidad que puedes aprovechar al dar. Considera la frecuencia con la que has perdido oportunidades para hacerlo.
6. Recuerda que es agradable dar de lo que tenemos
¿No te llena de alegría compartir lo que tienes? ¡Una razón más para ser generosa más seguido!
7. Da con todo tu corazón: no te detengas
Cuando des, hazlo con todo tu corazón. Si tomas, también da gracias de todo corazón.
8. Recurre a tu capacidad de ser considerada
Si eres buena siendo considerada, la generosidad te vendrá mucho más fácil. ¡Las personas atentas inmediatamente aprovechan la oportunidad de conseguir algo para otra persona, apoyarla o darle algo!
9. Piensa en la generosidad como algo mágico y puro
Un regalo que se da sin esperar nada a cambio, con la confianza de que debe darse, en un lugar puntual y un momento apropiado, a alguien que lo merece: esto es un regalo puro.
10. Reconoce que alguien más necesita tu ayuda
Deja en claro que estás ayudando por generosidad. Entonces además de ayudar, concedes tu propio valor.
11. Sé generosa con tu motivación y reconocimiento de otras personas
Dondequiera que estés, alienta y reconoce a las personas cuando veas que se lo merecen. ¡Haz que la gente brille!
12. Activa un efecto en cadena: da algo y será contagioso
Por efecto en cadena nos referimos a que hacer algo bueno por otra persona con generosidad podrá motivarla a actuar de la misma manera. Así, siempre que puedas promoverás las buenas obras en la sociedad. ¡Anima a los demás a hacer actos de generosidad!
¿Por qué es tan importante la generosidad?
Sin generosidad, el mundo sería un lugar más infeliz. Nada se obsequiaría sin motivos interesados. Siempre habría condiciones adjuntas a un regalo.
La generosidad es también una manera de desapegarse. Tarde o temprano nos despedimos de lo que nos pertenece, así que ¿por qué no ahora, si ello le dará alegría a alguien?
Además, de tal modo despejamos espacio para nuevas cosas bellas. Este es el poder del desapego, que podemos combinar maravillosamente con la generosidad. Esto contribuye a nuestro desarrollo espiritual y a la práctica de valores.
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Dar también asegura que podamos recibir de nuevo. Da con todo tu corazón y siéntete libre de recibir con todo tu corazón. Además, las oportunidades para hacerlo también lo son para que otras personas puedan ejercitar la generosidad.
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