Es normal que últimamente los padres tengan que aguantar quejas al momento de conversar con sus hijas, e incluso por motivos insignificantes en apariencia. En muchos casos, el estar encerrados con nuestras hijas ha hecho que la crianza se torne aún más difícil.
Entonces, ¿cómo puedes adquirir una mejor motivación, mantener la paz y el vínculo con tus hijas durante este momento difícil? Aquí te compartimos algunos consejos para manejar ciertas situaciones que podrían darse:
1. Tu hija desea salir
Aunque muchas adolescentes suelen mentir para evitar ser castigadas o las consecuencias de sus acciones, ahora que debemos permanecer en casa, te será más fácil detectar cuando tu hija ha infrinja las reglas.
Si bien en el fondo no querrá desafiarte, el dejar de socializar con amigas y el temor a perderse de experiencias significativas podrán llevarla a mostrarse desafiante y a fingir que no le importa lo que puedas pensar.
En lugar de mencionarle a tu hija que es irresponsable o egoísta, primero dile que comprendes su necesidad de ver a sus amigas. Luego explícale por qué el aislamiento actual es tan crucial y aprecien juntos los datos indispensables para que lo entienda.
Cuando se dé cuenta de que también es para proteger a las personas que ama, será más probable que tome una decisión diferente. Habla con ella acerca de cómo la contingencia no durará para siempre. Intenta obtener ayuda de otros también.
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2. Está molesta por aumento de peso
Debido a que tu hija adolescente seguramente no ha podido hacer tanto ejercicio en casa y quizás ha comido más, podría quejarse de haber aumentado algunos kilos de peso.
Aunque te sea muy difícil no hacer comentarios, ya sea para tranquilizarla o para motivarla a volverse más activa, refrena la lengua y permite que procese sus emociones.
Repite sus preocupaciones, sin juzgarla, para que sepa que la has escuchado. Luego, busca formas de apoyarla con inclusión de toda la familia para que no se sienta señalada. Sí, muchos de nosotros hemos consumido alimentos de más durante la cuarentena.
Motiva a la familia para que participe en ejercicios regulares, como correr o una clase de ejercicios en línea. También ayuda a tu hija a ser más consciente, pidiéndole que preparen comidas saludables. Al ser el modelo a seguir, pon el ejemplo.
3. Quiere encerrarse en su cuarto después de una discusión
Después de una discusión, podrías seguir a tu hija a su habitación, y ella decirte: "¡Fuera!", lo que te haría pensar: “Ella vive en mi casa. ¿Cómo se atreve a hablarme de esa manera?”
Durante el encierro, tu hija se sentirá frustrada de que adultos tengan control sobre sus vidas. En su mente, su habitación es un espacio privado donde ella está a cargo y puede darse un tiempo a solas.
Si han discutido, se hallará intranquila. Así que permite que se calme y haz lo que te pida, sin gritarle. Una vez que ambos se hayan calmado, dile que quieres reparar las diferencias y envíale un mensaje de texto conciliatorio, invitándola a hacer algo juntos, como salir a caminar.
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Estudios muestran que los padres y adolescentes que intentan resolver problemas entre sí, tienen relaciones más fuertes a largo plazo.
En momentos como éste, es esencial que no pase horas en su teléfono, ya que requiere de adultos que la ayuden a procesar algunos de los titulares preocupantes que circulan por la red.
4. Ha tenido una pelea con su hermana
Ahora las adolescentes se encuentran encerradas juntos las 24 horas del día, por lo que será más probable que liberen sus frustraciones al desquitarse entre ellas. Las discusiones son parte natural de la vida familiar, lo cual no es necesariamente algo malo. Así, las jóvenes desarrollan habilidades como el compromiso.
En lugar de decirles a los adolescentes que se ignoren entre sí, sugiere otras formas en que podrían desahogar sus frustraciones. Si tus hijas todavía pelean constantemente, establece una reunión familiar en que todos puedan expresar sus sentimientos.
Escucha y pregunta por ideas y soluciones. Aprovecha la oportunidad para fijar reglas básicas de modo que cada niña disponga de su propio espacio, donde tenga derecho a la privacidad.
5. Debe trabajar en la tarea
Las adolescentes todavía están desarrollando habilidades de disciplina personal, para lo cual usan la corteza prefrontal de sus cerebros. Entonces, cuando una tarea escolar es desalentadora, a menudo la parte más difícil para ellas consiste en comenzar.
Pueden posponerla viendo sus teléfonos, pues eso es más gratificante de inmediato. Para ayudarle a tu hija, dile que entiendes que terminar tanto trabajo escolar en casa puede ser difícil, por lo que también eres capaz de apreciar su punto de vista.
Para que le parezca más fácil comenzar, sugiérele que intente trabajar sólo cinco minutos en la tarea que se le ha asignado, y que se tome un descanso si lo desea. Lo más probable es que continúe. En un momento neutral, trata de que tu hija reconozca cuán distrayentes pueden llegar a ser los teléfonos.
Proponle que si quiere trabajar mejor, que lo deje afuera de su cuarto y lo revise entre los descansos de la tarea.
Muchos de estos posibles escenarios podrían darse en casa, bajo el estado actual de contingencia, pero con estos consejos sabrás cómo manejarlos mejor de modo que suavices el trato con tu hija. Lo más importante es que reconozcas las necesidades de tu hija y la abordes con comprensión y paciencia.
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