En muchos colegios, cuando las estudiantes llegan al nivel de preparatoria, la participación de los padres en el proceso educativo disminuye. Por lo general, los padres sienten poca necesidad de involucrarse con las maestras o la escuela en la educación de sus hijas.
Aunque este distanciamiento pueda ser comprensible, una retirada total de la interacción con el colegio y las maestras suele ser poco recomendable para hijas y padres. Sin profundizar en los inconvenientes, explicamos 3 ventajas de que los padres se involucren en la educación de sus hijas en la prepa:
1. Trabajo en equipo
Parte de la labor de los directivos y las maestras implica comunicarse con los padres. Cuando el colegio busca familiarizarse con los padres, el propósito a menudo es conocerlos mejor a ellos y a sus alumnas y brindarles la orientación que puedan necesitar para que el proceso educativo sea mucho más llevadero.
Así, tanto el colegio como los padres reciben más apoyo y pueden sustentarse los unos en los otros. Es decir, se abre un espacio para el trabajo en equipo no sólo entre padres y la escuela, sino que también se incluye a las alumnas.
2. Comunicación y desempeño
Cuando los padres están en contacto continuo con el colegio, les es posible conocer los detalles de la dinámica escolar y comprender con claridad las expectativas esperadas. Esto es útil siempre que las hijas no se muestran tan abiertas en la comunicación con los padres.
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La comunicación bilateral entre padres y preparatoria puede influir de una forma positiva en el comportamiento de las alumnas, pues ambas partes coordinan sus esfuerzos en beneficio suyo.
El desempeño de las maestras también puede respaldarse en la participación de los padres. Cuando ellas tienen la oportunidad de conocer ciertos pormenores sobre sus alumnas, saben qué medidas aplicar, o si modificarlas, en el trato día a día.
3. Apoyo en la formación en casa
Identificar el tipo de educación en el hogar que los padres deben usar con las jóvenes y cómo ajustarlo puede resultar complicado. Existen algunas preparatorias que les ofrecen programas de apoyo o escuelas para padres que los orientan en la formación de sus hijas y en las relaciones familiares.
La preparatoria es un momento en el que las jóvenes comienzan a ser más proactivas y se preparan para la independencia de la adultez. La supervisión excesiva, por ejemplo, puede ser perjudicial de múltiples formas. Justamente éste es uno de los puntos en que estos programas pueden brindar consejos de utilidad.
A pesar de que los padres llegaran a creer que no es necesario esta clase de intervención, en numerosas ocasiones ignoran algunos aspectos formativos que personas expertas en pedagogía y psicología son capaces de proporcionarles a través de su participación en una escuela para padres.
En resumen, la preparatoria es una etapa de crecimiento significativo y de madurez para las alumnas y aun para los padres de familia. Comprender roles y determinar límites suele ser difícil. Es crucial que los padres sepan cómo dar un paso atrás, pero sin retirar las manos del volante por completo.
La participación de los padres en la educación preparatoria puede aportarles enormes beneficios a las adolescentes. Sin embargo, el objetivo es que ellas también tomen la iniciativa, y en particular a medida que se encuentren listas para graduarse de este nivel educativo.
La Prepa UP Femenil promueve la participación de los padres en la educación de sus hijas, siempre en un ambiente de calidez y respeto, y cuenta con una Escuela para Padres que contribuye con estrategias para la formación en casa y una mejor convivencia familiar. Te invitamos a descargar nuestro modelo educativo, aquí:
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