El papel de la escuela en el éxito de las estudiantes debe trascender el ámbito académico y aportarles una formación completa, centrada en la persona. Si bien muchos programas se quedan a la zaga de tales estándares, éste no siempre es el caso.
Sin embargo, los diferentes contextos educativos pueden influir en la planeación o el logro de los objetivos de la formación escolar. Pero, a la vez, hay algunos elementos universales a los que debe y puede aspirar toda educación de calidad.
Si se entienden estos elementos, podrá identificarse las cualidades propias de una buena formación escolar. A continuación describimos cinco de los más imprescindibles:
1. Visión integral
El primer elemento es una visión integral y centrada en la persona de la educación. Las alumnas no sólo son estudiantes, aunque éste sea su rol principal en el colegio. La escuela debe ser un espacio que se preocupa por brindarles una formación que contemple la totalidad de su persona.
Una perspectiva integral -ética, académica, emocional, artística, física, etc.- de la formación en la escuela se traduce en alumnas que llegarán a la edad adulta con una mayor capacidad para alcanzar sus metas y afrontar cualquier tipo de desafío que se les presente.
2. Altas expectativas
El segundo elemento consiste en las altas expectativas, tanto de las alumnas como de las profesoras, en torno al proceso educativo. Se ha demostrado repetidamente que las altas expectativas repercuten de forma positiva en el desempeño y los resultados de las estudiantes.
De algún modo su crecimiento depende de las expectativas que se les imponen en este período de sus vidas, pues aún están moldeando su sentido personal de capacidad y exigencia.
Las profesoras juegan un rol indispensable en inculcarlas y motivar a las alumnas a mantenerse al nivel requerido, en particular cuando las evaluaciones docentes y el desarrollo profesional se encuentran orientados a mejorar la calidad de la instrucción.
3. Evaluación continua
El tercer elemento que garantiza una formación escolar de excelencia es la evaluación continua del desempeño y desarrollo de las estudiantes. Pero para que ello pueda llevarse a cabo es necesario tener los instrumentos adecuados para encauzar a las alumnas respecto de sus objetivos.
El uso eficaz de los mismos permite a las profesoras reconocer las áreas problemáticas de las alumnas, de modo que les sea posible generar soluciones para abordar los problemas.
4. Objetivos generales y misión
El cuarto elemento es el seguimiento de objetivos generales y la realización de una misión educativa. De acuerdo con la investigación, el personal directivo de un colegio prestigioso planea objetivos de manera activa y sabe cómo comunicarlos para que las estudiantes puedan recibir sus beneficios.
Dicho personal también debe mantenerse abierto y dispuesto a incorporar la innovación en los objetivos de los múltiples procesos y prácticas escolares. Por lo tanto, es importante invitar a todos los interesados a participar en esta tarea.
La formación de las estudiantes da resultados visibles en las escuelas donde toda la comunidad educativa trabaja en conjunto para cumplir objetivos relacionados entre sí que repercuten directamente en el entorno de aprendizaje.
El quinto elemento -y, desde luego, no el menos crucial- de una formación escolar óptima es la inclusión y promoción de los valores en el colegio.
Los valores son una faceta esencial de la vida escolar hasta la preparatoria y deben formar parte de las actividades cotidianas y la convivencia en todos los aspectos. Ninguna formación puede culminar satisfactoriamente sin que las estudiantes conozcan su importancia en ámbitos que trascienden al del colegio.
Otros puntos relevantes
Aparte de estos elementos, otros como un número más reducido de alumnas y una proporción equilibrada entre profesoras y estudiantes parecen ser atributos efectivos en la formación escolar.
La investigación ha encontrado que en las escuelas con una cantidad más pequeña de estudiantes hay un mejor desempeño de su parte, lo que es especialmente cierto en el caso de las adolescentes: existe una atención más personalizada hacia cada una de ellas.
Cabe destacar que las estudiantes en ambientes de aprendizaje más pequeños también se sienten más conectadas con sus compañeras y profesoras.
Asimismo, la participación de los padres también es determinante para el éxito de la misión de un colegio. La confianza entre todos los miembros de la comunidad escolar es vital para mejorar su eficacia en cuanto respalda la posibilidad de que padres y docentes retroalimenten sus acciones e iniciativas.
La participación de los padres recalca en la mente de las estudiantes que los adultos en sus vidas, tanto maestras como padres, creen en la importancia de su formación y están dispuestos a enriquecer sus experiencias y esfuerzo personal.
La Preparatoria Panamericana brinda a sus alumnas una formación integral centrada en la persona, que además de priorizar la excelencia académica busca que se desarrollen en todas sus dimensiones. Descarga aquí nuestro modelo educativo:
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