Guía para hacer resúmenes de calidad

Cuando una subraya y hace anotaciones sobre un texto, cuando se hace preguntas sobre su contenido, cuando elabora un esquema de su estructura, está buscando comprender lo que está leyendo. Cuando escribe un resumen, está demostrando comprender el texto y poder comunicarlo a su lector.

Resumir es condensar un texto en sus puntos principales y con palabras propias. Si tu objetivo es resumir, debes extraer sólo los elementos que hayas considerado más importantes: la idea principal (o tesis) y los puntos de apoyo esenciales, que en el pasaje original podrían hallarse entrelazados con otros menos relevantes.

Muchas estudiantes cometen el error de confundir los resúmenes con análisis. No son la misma cosa. Un análisis es la discusión de las ideas, el estilo o el significado de un texto.

Un resumen, por otro lado, no requiere de criticar o responder a las ideas de un texto. En el análisis de un escrito suele resumirse el contenido brevemente para exponer las ideas a ser analizadas, pero un resumen no sustituye a un análisis en sí.

Es importante recordar que un resumen no es un esbozo o una sinopsis de los puntos que el autor hace en el orden en que aparecen. En cambio, un resumen es la condensación, por así decirlo, de las ideas o argumentos de un texto.

Es la reconstrucción del punto o los puntos principales en el desarrollo de un texto, comenzando con la tesis o idea principal, seguida de los puntos o detalles que apoyan o dan lugar a esa idea.

En aras de la claridad, un resumen debe presentar dichos puntos en una estructura sencilla. Para escribir un buen resumen, es posible que te convenga recopilar partes componentes o puntos menores de diferentes lugares de un texto para resumirlo de una manera organizada.

Es posible que sea necesario agrupar juntos un punto señalado al principio del texto y otro expuesto al final para transmitir de manera concisa el argumento que presenta el autor. Al final, habrás leído, asimilado y reconstruido el texto de una forma más breve y concisa.

Cualidades de un resumen

Un buen resumen debe ser completo, conciso, coherente e independiente. Estas cualidades se explican a continuación:

• Un resumen debe ser completo: Debes aislar todos los puntos importantes en el pasaje original y anotarlos en una lista. Revisa todas las ideas de tu lista e incluye en tu resumen todas las que resulten indispensables para el desarrollo de la idea principal.
• Un resumen debe ser conciso: Elimina las repeticiones de tu lista, incluso aunque el autor repita los mismos puntos. Tu resumen debe ser considerablemente más breve que la fuente. Espera aportar una descripción general; no necesitas incluir repeticiones de cada detalle.
• Un resumen debe ser coherente: Éste debe tener sentido como un escrito por derecho propio; no debe sólo tomarse directamente de la lista de notas o parecer una colección desarticulada de puntos.
• Un resumen debe ser independiente: No se te pide que imites al autor del texto sobre el que estás escribiendo. Por el contrario, se espera que mantengas tu propia voz a lo largo del resumen.

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No te limites a citar al autor; en cambio, usa tus propias palabras para expresar la comprensión de lo que hayas leído. Sin embargo, debes tener cuidado de no tergiversarlo o distorsionarlo al introducir comentarios o críticas personales.

Dos técnicas para escribir resúmenes

Resumir textos más breves (diez páginas o menos)

• Escribe un resumen de una oración por cada párrafo que escribas.
• Formula una sola oración que resuma todo el texto.
• Escribe un párrafo (o más) de resumen: comienza con la oración de resumen general y continúa con el resto de oraciones en el párrafo.
• Reorganiza y reescribe el párrafo para que sea claro y conciso, para eliminar la repetición y los puntos relativamente menores, y para proporcionar transiciones. La versión final debe ser completa, unificada y coherente.

Resumir textos más extensos (más de diez páginas)

• Desglosa el texto. Divídelo en sus secciones principales (grupos de párrafos centrados en torno a un tema común) y enumera los principales puntos de apoyo para cada sección.
• Escribe un resumen de una o dos oraciones por cada sección.
• Formula una sola oración para resumir todo el texto, tomando como guía la tesis del autor o las oraciones temáticas.
• Escribe un párrafo (o más): comienza con la oración de resumen general y sigue con las oraciones de resumen de la sección.
• Reescribe y reorganiza los párrafos de modo que tu escritura sea clara y concisa, para eliminar puntos relativamente menores o repetitivos y para proporcionar transiciones.

Recuerda incluir todos los puntos de apoyo principales relacionados con cada idea. La versión final siempre debe ser completa, mostrar unidad y tener suficiente coherencia. Después de poner en práctica muchas veces estos consejos, te habrás acostumbrado a escribir resúmenes de calidad.

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