7 hábitos para prepararse para estudiar en la universidad

La universidad es un peldaño decisivo para el éxito. La cantidad de tiempo y esfuerzo que dedicamos a prepararnos para la universidad puede hacer que nuestra transición sea más fácil y ayudarnos a aprovechar mejor la experiencia.

Desde aprender a gestionar el tiempo hasta tomar mejores apuntes, nos es posible ir adquiriendo varios hábitos útiles para prepararnos para las exigencias de la universidad mientras aún estudiamos en la preparatoria.

Si bien elegir universidad es un paso importante en la planificación de esta etapa, hay muchas cosas que podemos anticipar para adaptarnos a la universidad en su momento.

Practicar buenos hábitos en la preparatoria implicará practicarlos en la universidad también. Cuando estamos equipadas para tomar clases de nivel universitario suele ser mayor nuestro disfrute mientras estudiamos en una universidad.

A continuación hay 7 hábitos valiosos que te ayudarán a prepararte para estudiar en la universidad:

1. Aprende a tomar mejores apuntes

Si eres una estudiante organizada y responsable, la mejor manera de crecer es perfeccionando las habilidades para tomar apuntes. El objetivo principal de ir a la universidad es adquirir técnicas adecuadas de formación y conocimientos sobre nuestra futura carrera.

Las clases universitarias te aportarán información que te impulsará en tu futura profesión, por eso tu capacidad para tomar buenos apuntes será fundamental tanto en los exámenes como para tu carrera.

Hay muchas formas efectivas de conseguirlo, como el método de esquema, el método Cornell, el método de mapa mental, el método de flujo y el método de sumillado o anotaciones al margen.

Aprender y dominar el método que mejor se adapte a tu estilo de aprendizaje en la preparatoria tendrá un gran impacto en tu desempeño en la universidad, por lo que no hay mejor momento para aprenderlo que ahora.

Una vez que hayas entrado a la universidad, puede costar trabajo resistir la tentación de evadir tus deberes. No cometas el error de faltar a demasiadas clases o descuidar el tiempo de estudio. Puede ser muy fácil ir rezagándose.

Si quieres que te vaya bien en la universidad, acostúmbrate a asistir a todas las clases, aun cuando no sientas tanto entusiasmo, y cumple con tu horario de estudio. Si llegaras a perder varias clases en un semestre, también te perderás de contenido relevante y correrás el riesgo de no completar el semestre con buenos resultados.

Para que evites sentirte abrumada con la experiencia universitaria, debes saber cómo equilibrar la escuela, la vida social y cualquier otra obligación que tengas. Lleva un calendario con todas las fechas de entrega de los trabajos y las fechas de los exámenes.

Reserva una cierta cantidad de tiempo a diario para dedicarte al estudio sin interrupciones. Cumplir con un horario te servirá para administrar tu tiempo de manera efectiva y no te sientas abrumada por la carga de trabajo.

Una de las diferencias más tajantes entre las clases de preparatoria y de universidad es que en éstas se abarca más contenido en períodos más cortos de tiempo. Debido a esto, a menudo las materias universitarias implican exámenes más extensos.

La mejor manera de prepararse para los exámenes de universidad es aprendiendo a organizarse. Tener un calendario de seguimiento para tareas y exámenes puede ayudar a reducir el estrés y balancear más eficazmente el estudio constante.

Como los exámenes en la universidad en general son más densos y menos frecuentes, dedicar una cantidad específica de tiempo al estudio diario es un factor importante para el buen rendimiento académico y prescindir de las "sesiones intensivas" de estudio.

Si bien la asistencia a clases en la preparatoria es obligatoria, una de las ventajas de la universidad es que uno puede elegir si asiste o no a clase. Muchas estudiantes se aprovechan de esto y faltan a clase sin tener por qué hacerlo.

Independientemente de lo que pueda decirse al respecto, asistir a clases es crucial para el éxito académico, ya que es en las exposiciones de los profesores y las actividades de clase que se obtiene la mayoría del contenido que aparece en los exámenes.

La preparatoria es un momento ideal para adquirir el hábito de asistir a clases con regularidad y aprender lo que significa ser disciplinado.

Prepárate para incontables tareas de lectura cuando ingreses a la universidad. Algunos profesores te pedirán completar una lectura antes de cada clase. Además, está lista para leer mucho siempre que tengas que estudiar para un examen.

Aprender a leer de una forma más eficiente -al escudriñar el material en busca de puntos clave- te ayudará a reducir la cantidad de tiempo que dedicas a la lectura y también a retener más información.

Aprovecha al máximo tu tiempo de estudio. Decide qué métodos de estudio te sirven para reforzar mejor el conocimiento mientras aún estás en la preparatoria y piensa en qué otros métodos podrían serte útiles.

Tal vez prefieras las tarjetas didácticas, o tal vez retengas más información cuando dedicas cierto tiempo a un tema antes de comenzar con uno nuevo. Considera que asistir a la universidad y el estudio constante no pueden ir el uno sin el otro.

En cierto sentido, la preparatoria es como la antesala de la universidad: todo lo que empieces a practicar desde entonces facilitará tu desempeño cuando pases a la siguiente etapa.

Contenido relacionado: Competencias que debes de tener durante la preparatoria para entrar a la universidad de tu elección

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