Diariamente, los medios de comunicación difunden anuncios sobre cursos de inglés presenciales y online, en los que usualmente se resaltan las bondades de aprender el idioma. Cabría preguntarse: ¿realmente es tan útil y benéfico ser bilingüe?
Que no todos aprendemos igual, ni a la misma velocidad no es ninguna novedad: en cualquier curso donde más de dos personas comiencen a estudiar juntas y con el mismo nivel, al cabo de poco tiempo nos encontramos con grandes diferencias en los conocimientos de cada miembro del grupo.
Además de lo simbólico que puede significar para tu hija, el cierre de ciclo escolar en los niveles básico y medio superior también es buen momento para hacer una pausa y reflexionar en familia sobre el proyecto que le permita alcanzar una vida más plena y feliz.
En una sociedad que atraviesa por cambios tan radicales como los que se viven actualmente en México –aunado a los retos que plantea el contexto mundial–, las prácticas educativas no pueden permanecer estáticas y sin responder a las nuevas demandas sociales.
Para una joven que cursa el último año de secundaria, podría parecer ilógico empezar a pensar en opciones de carrera universitaria cuando apenas está consolidando su formación en el nivel básico de educación.
De acuerdo con un reporte de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la mayoría de mexicanos entre 25 y 34 años carece de educación preparatoria, lo que nos coloca en el último lugar de países que conforman dicho organismo.
“Prefiero maestro a una maestra: ¡los alumnos necesitan autoridad!”; “las profesoras son más maternales”; “los estudiantes ponen más interés con un docente varón porque habla más fuerte”. Frases cliché como éstas se han escuchado por años en el medio educativo mexicano.
La innovación es un proceso complejo, que abarca varias disciplinas y requiere de un conjunto de prácticas y procesos interconectados. Así, innovar en los ámbitos corporativo, académico o gubernamental es una tarea cada vez más difícil pues, en la actual era digital, las tecnologías y las necesidades que éstas buscan resolver cambian constantemente.
Es indudable que, tanto en el ámbito personal como en lo profesional, el éxito futuro de tu hija dependerá de la preparación que ésta reciba durante sus diferentes etapas formativas, siendo el bachillerato particularmente crítico por ser un momento en el que su personalidad, valores y habilidades se desarrollan y consolidan.
La aportación de la mujer a la economía y al bienestar social de un país como el nuestro es innegable. Sin embargo, la brecha laboral entre hombres y mujeres permanece vigente a tal punto que, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, un 47% de las mujeres mexicanas en edad productiva están empleadas, comparado con el 82% de los hombres.